||Capítulo 58.

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Doncaster, Reino Unido.

—Louis, no es necesario, yo-

—Anne, ya basta, ¿Sí? Ya basta de poner a todos por encima de ti, ya basta de poner en prioridad a todos menos a ti. Le enseñaste a Harry a ser una maravillosa persona, todas las cualidades positivas las ha sacado de ti. Los veo a ambos y no sé quién es más altruista —su voz temblorosa subió de tono—. Pero no deseo ver cómo te quedas sola sólo porque no quieres que nadie esté aquí, cuidándote. Yo quiero cuidarte, es mi decisión. No estoy sacrificando nada.

Anne comenzó a llorar también en algún momento y suspiró, se acercó a Louis con los brazos extendidos y él le dio un abrazo largo y cálido. La mujer que estaba en sus brazos había sufrido tanto de manera injustificada, habían roto su corazón mil veces. No merecía un instante más de sufrimiento. 

—Por favor, ponte en prioridad —rogó Louis—. No eres una mala persona, no importa qué haya pasado antes, todo lo que hiciste ya se pagó, yo lo declaro. No tienes por qué sufrir más. 

—Louis...

—Mi condición de no decirle a Hazz es que yo me quede a cuidarte —su expresión lucía seria y decidida—, es lo único que me va a detener de llamarle ahora mismo y obligarlo a venir al hospital.

—Pero no deseo que desperdicien su vida en esto, Louis —ella lucía realmente acomplejada, su expresión denotaba dolor y no podía averiguar en qué nivel era emocional o físico.

—Anne, básicamente le estás quitando la oportunidad de decidir a Harry si quiere cuidarte o no, estás viendo por sus intereses pero no sabes qué tanto él está de acuerdo con lo que estás haciendo, me siento mal de ocultarle algo tan grave como esto, peor aún, si él se llega a enterar...

—No lo hará —lo interrumpió al instante—, no se va a enterar. Planeo salir de aquí con vida, Louis. Hay varias cosas que necesito arreglar antes de irme.  

Louis suspiró y pensó en Harry, en lo hermoso que había sido escuchar sus palabras, el cómo se había hinchado su pecho de emoción al oírlo pedirle que se fuera con él, había imaginado por unos segundos lo que podría ser la felicidad al lado de Harry sin barreras que lo detuvieran.

Felicidad lejos de Doncaster, en un lugar nuevo. Miles de probabilidades a su al rededor, conocer otra vida y recorrer el mundo a su lado, tomado de su mano. Había pensado en cómo habría sido despertar al lado de Harry en una ciudad desconocida donde sólo fueran ellos dos, en cómo sería peinar su cabello con los dedos al despertar, ver los amaneceres de otras ciudades, observar las estrellas juntos, salir a comer y a dar caminatas, descubrir, explorar. 

Enamorarse juntos, de la vida y el uno del otro. 

La opción le había durado poco y sin embargo, a pesar de que había sido todo lo que había querido en ese momento, estaba seguro de que quedarse con Anne era la mejor decisión que podía haber tomado. Necesitaba estar con ella y si Harry tenía una responsabilidad tan importante y grande como irse y durar tanto tiempo... Lo esperaría.

El gran acto de amor de Louis sería esperar a Harry, fuera el tiempo que fuera.

Yo te esperaría mil vidas más si eso implica sólo verte de nuevo.

Se sentía completamente mal de ocultarle algo tan grave como eso pero deseaba creer en Anne y que sólo había sido un pequeño episodio, que sólo era una alerta para estar más al pendiente de su salud, que debía decirle desesperadamente a su hijo su condición física.

Ella vio el ceño fruncido de Louis lleno de preocupación, era egoísta agregarle más carga a su vida pero... Quería permitirse eso, guardar su secreto una vez más y Louis era su confidente. Era un ángel que había caído del cielo, era un ángel que había estado en el infierno muchísimo tiempo. Había crecido tanto ante sus ojos y ahora estaba ahí, dispuesto a todo por su bienestar.

Detrás del arcoíris ||L.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora