Desperté de golpe al sentir un horrible dolor en mi clavícula izquierda, como si un león me estuviese clavando los dientes en la piel, ejerciendo fuerza para hacer que me duela, tratando de llegar a la carne de la manera más tortuosa posible.
Dolía, dolía infiernos.
Quise alejar lo que sea que me estaba lastimando pero algo tenía aprisionadas mis muñecas y piernas. Ante la desesperación y el dolor comencé a soltar quejidos bastante altos, esperaba que mis vecinos no los escucharan ni pensaran que había un asesino serial en mi casa, aunque... bueno. Sentí gotas de algo que no sabía si denominar frío o caliente deslizándose por mi hombro. La exclamación fue más fuerte al sentir que esos dientes se presionaban más.
Mis ojos no veían a nadie, no había nadie ni nada que me estuviera retuviendo o lastimando, y eso no explicaba en absoluto lo que me estaba pasando. Los cerré cuando sentí lágrimas acumularse en ellos, para no soltarlas, odiaba llorar aunque sea estando solo.
Pronto una sensación de dolor y alivio me invadió, puesto que los dientes parecían haberse retirado de mi piel. Lo único que se liberó del agarre inexistente fue mi muñeca derecha, al instante llevé mi mano hacia mi clavícula y apreté buscando aliviar el dolor. Mi mano se llenó de sangre.
Al abrir los ojos nuevamente vi a Baji sobre mi, con sangre en la boca y una sonrisa macabra. Él sostenía el resto de mi cuerpo para que no me moviera.
Él me había lastimado.
Y yo no pude sorprenderme, solo sentirme incrédulo y adolorido por verlo completamente satisfecho de casi haberme arrancado un trozo de carne; Baji dijo que iba a torturarme hasta la muerte. ¿Pero qué le puedo hacer yo? Nunca tuve la opción de decirle que no quería, simplemente ese fue mi destino.
—Buenos días ~ —Canturreo sin moverse ni un centímetro. Se relamio los labios, limpiando parte de la sangre que había en ellos, aunque aún había cayendo por su barbilla.
—¿Buenos días, maldito demonio? —Mi voz a penas salió audible aunque estuvo cargada de enfado— Buenos días solamente para ti, me acabas de perforar la piel con los dientes.
—Ow —Fingió sentirse tocado— ¿Te dolió mucho? Y eso que no es mi mejor método de tortura.
—Sal de encima mío o voy a morir antes de tiempo por una hemorragia.
—No vas a morirte, he hecho esto muchas veces en mis 15 siglos de vida —Se rió con sorna. Baji levantó un brazo del colchón y me tomó por la mandíbula de forma brusca para que lo mirara en vez de a la herida en mi clavícula que seguía sangrando— ¿Vas a llorar ~? Quiero escucharte.
No entendía su punto ni por qué le parecía satisfactorio escuchar a las personas sufrir a causa suya, pero yo no pensaba llorar frente a él para darle esa satisfacción. Así que me aguanté las lágrimas a pesar de que el dolor me mataba, sentí que arrancarme el hombro era incluso mejor opción que curar la mordida.
—Que te quites, quiero algo para evitar desangrarme —Le di un empujón, quitándolo de encima mío. Al levantarme me tambalee un poco pero seguí caminando de manera lenta.
—No está llorando, no me ruega que me detenga, no le molesta que lo torture, ¿Y después soy yo el demonio? —Lo escuché murmurar rápidamente y con irritación antes de salir del cuarto.
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Your Demon, My Angel {Bajifuyu}
Fanfiction« Al fin y al cabo, los demonios son ángeles desterrados al infierno » 𓃵Baji Keisuke × Chifuyu Matsuno (TR) 𓃵BoysLove 𓃵Se toca el tema de la tortura, igual no muy en exceso