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—¿Se lo dijiste? —Eran escasas tres de la mañana y escuché la voz de Baji desde la cocina. Caminé hasta ella ya que se me antojaba comer algo, pero quedé petrificado antes de entrar.

Mikey estaba al borde de las lágrimas.

Lo siento mucho, Baji...

Ese día tenía un mal presentimiento

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Ese día tenía un mal presentimiento. Algo malo iba a pasar, pero aún no sabía cuándo ni qué.

Mientras tanto estaba recostado en el sofá más grande con uno de mis mangas románticos entre las manos, intentando ignorar ese sentimiento de inquietud en mi pecho. El silencio era roto de vez en cuando por las páginas que mis dedos hacían girar, o los sonidos que escapaban de mi garganta al reaccionar a alguna cosa que pasara en el manga.

Todo estaba en silencio. Un extraño silencio.

¿Y saben por qué era extraño? Porque Mikey siempre andaba jodiendole las pelotas a Baji a toda hora del día. No verlos a ninguno de los dos y tener ese tipo de silencios era costumbre, pero no traía mucho de lo bueno.

Sentí una cálida respiración en la cuenca de mi cabello y me relajé, destensando mis dedos que en cualquier momento dañarían la tapa y contratapa de mi manga. Baji pasó sus brazos por los costados de mi cuello y por un momento pensé que iba a rodearme con ellos, pero en realidad me quito lo que tenía de las manos y me dio la espalda, sentandose en el suelo con la espalda apoyada en el apoya brazos del sofá.

¿Qué hacías, Chifuyu? —Su pregunta fue algo retórica, ya que estaba viendo claramente qué hacía segundos atrás.

De igual manera, respondí.

Estaba leyendo. ¿Puedes devolvermelo? Al menos déjame terminar ese capítulo.

¿Leyendo qué? Yo veo dibujos, no párrafos.

Hay diálogos ahí, Baji-San —Le señalé los globitos con palabras pequeñas, él dirigió sus ojos hasta ellos y pronto pareció entender qué era eso que estaba mirando y sosteniendo, lo supe por su tierna forma de reaccionar con un pequeño sobresalto y una leve sonrisa.

Ya sé qué es esto. Es como un pergamino pero con... dibujos y estructura extraña.

Y devuelta volvíamos a mi papel de diccionario humano.

Es un libro, un cómic japonés. Se les llama 'mangas' —Expliqué y me di la vuelta sobre el sofá para dejar de mirar al revés— Los pergaminos son papeles antiguos que se enrollan.

En el infierno los usan —Bufó, cerrando el libro. Abrí la boca para quejarme porque no había marcado la página por la cual me quedé, pero preferí tragarme las palabras y soltar un suspiro— ¿Tienes otro? Quiero leer alguno.

Your Demon, My Angel {Bajifuyu}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora