Que estúpido fui.
Las cosas en mi departamento habían estado tensas e incómodas desde que Baji me descubrió espiando su conversación con Mikey ayer por la noche.
Si bien Baji actuaba como si no hubiera sucedido nada (en especial conmigo, pues ahora estaba con un brazo sobre mis hombros mirando la tele, pero con el ceño fruncido), en el fondo yo sabía que nada estaba bien.
Ambos lo sabíamos.
Sin embargo, elegimos cubrirnos los ojos.
Baji pegó un brinco en su lugar y apretó su mano sobre mi hombro, manteniendome pegado a su costado. Mikey había entrado a la sala con sigilo y las manos en los bolsillos de su pantalón. Estas actitudes y reacciones eran las que todavía no comprendía del todo.
«¿A qué le temes, Baji?»
Pensé que Mikey nos miraría y seguiría de largo hasta la cocina, como lo ha estado haciendo desde ayer, pero se detuvo y giró para mirarnos de frente.
—Chifuyu, quiero hablar contigo.
—¿Para qué? —No llegué a hacer un solo sonido de confusión cuando Baji ya se había metido.
—No seas así —Hizo una mueca. Baji pareció relajarse un poco y suspiró— Él debe saber qué está sucediendo al menos, no puedes mantenerlo en una burbuja de sueños para siempre.
—¿Burbuja de sueños...? —Pregunté realmente confundido, al recordar las veces que Baji me había enterrado los dientes o las uñas hasta la carne.
Baji se tomó unos segundos para pensar y terminó por suspirar, resignado. Soltó mi brazo y se levantó del sofá para encarar a Mikey más agresivamente de lo que pensé.
—Les daré su espacio, voy a la azotea a volar un rato —Murmuró a regañadientes. Me dedicó una mirada de reojo antes de volver hacia Mikey— Que sea rápido, enano. Si considero que te tomaste mucho tiempo voy a-
—Sí, sí, sí. Ya te escuché. Puedes irte ahora, yo te llamo cuando terminemos de hablar.
Baji le susurró un par de cosas más al rubio y luego se fue. Parecía desconfiado a pesar de ser su mejor amigo, incluso con algo de temor o nerviosismo. Pero qué voy a saber yo.
Mikey volteó hacia mi cuando vio la puerta ser cerrada y suspiró. Me miró con ojos dulces y apenados, no con los sombríos y duros que siempre me apuntaban por los rincones. Una duda se me vino a la cabeza. ¿Lucía apenado porque presencié disputas entre él y Baji o era por otra cosa?. Creo que pronto voy a descubrirlo. Lo supuse cuando se sentó junto a mi en el sofá, ocupando el lugar en el que anteriormente estaba mi futuro asesino.
—No voy a ir con rodeos, Chifuyu. Ambos sabemos que no significa nada bueno que yo esté hablando hoy contigo.
Suspiré. Porque lo sabía. Pero me hice el ciego.
—Lo sé.
—¿Y también sabes eso, verdad?
Le miré confundido. Ya no comprendía.
—¿Disculpa? ¿De qué hablas?
—¿Cuantas cicatrices o heridas tienes de este último mes? —Funcí el ceño. Mikey apretó los labios y aclaró— De Baji.
Oh...
—No lo sé, unas... 4 o 5.
—Chifuyu —Lo miré comenzando a asustarme, no estaba comprendiendo a qué quería llegar con ese interrogatorio. Ya no parecía dulce, pero seguía viéndome con ojos apenados como si yo supiese por qué. De igual manera, en el fondo yo lo sabía— Ya han pasado 25 días, casi 26, desde que se te presentó y solo te ha hecho eso.
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Your Demon, My Angel {Bajifuyu}
Fanfiction« Al fin y al cabo, los demonios son ángeles desterrados al infierno » 𓃵Baji Keisuke × Chifuyu Matsuno (TR) 𓃵BoysLove 𓃵Se toca el tema de la tortura, igual no muy en exceso