Desperté por un pitido irritante que me hizo sobresaltar, siempre era lo mismo cuando todo estaba en silencio y alguien tocaba el timbre de mi departamento.
Miré mi alrededor para tratar de orientarme, mi cuerpo se sentía contracturado, más mi cuello que otra cosa. Divisé unos muebles de madera barnizada y supe que me había quedado dormido en un rincón de la cocina luego de lo que sucedió la tarde-noche de ayer.
Miré el reloj colgado en la pared de la cocina y vi que eran las diez de la mañana, me daba pereza levantarme aún si estaba en el suelo. Observando bien desde mi lugar, noté una mancha en el suelo levemente roja y vidrios esparcidos por la zona, había olvidado limpiar antes de irme a casa de Kazutora.
Me restregué la cara con las manos y mi mandíbula dolió. En mi mente se apareció la sonrisa macabra de Baji y entonces decidí abrir los ojos nuevamente. Demasiado tétrico para comenzar el día.
El timbre volvió a sonar y yo me levanté.
Caminé hasta la puerta y, por las dudas, antes de abrir, miré por el agujerito que había en ella; si era Kazutora y me veía con una lastimadura nueva culparía a Baji por todo, y no es que no tuviera razón, es que no debía saber que la tenía. Me extrañé cuando del otro lado no vi a nadie.
"Boo"
Un escalofrío me recorrió la espalda y al girarme quedé atrapado entre la puerta y el imponente cuerpo de Baji, que me sonreía sin descaro y con las manos en los bolsillos.
—¿Tú tocaste el timbre? Me despertaste —Reproché.
—¿Y? —Respondió con desinterés. Dirigió su mano a mi mandíbula y apretó la herida que tenía allí. Lo aparté de un manotazo, me había dolido, pero no más que ayer.
—¿Cómo que "y"? Son las jodidas diez de la mañana —Gruñí— ¿Qué es lo que quieres?
—Vine aquí con el deber de torturar, Chifuyu —Hizo una pausa, donde solamente reinó el silencio— Pero la tortura no sólo implica sacar uñas o hacer quemaduras, ¿Alguna vez escuchaste sobre el método de tortura en el que no te dejan dormir?
—Tienes que estar jodiendo...
—¿Tengo cara de estar jodiendo? —Sinceramente no. Que Baji sonriera así simbolizaba la perdición— Me hiciste enojar ayer, Chifuyu, tienes una lengua resbaladiza —Se acercó más a mi. Mi espalda chocó contra el metal— Y sin embargo te dejé ir pagando un costo bajo, siquiera has tenido que ponerte algo en esa quemadura.
—De hecho yo iba a...
—Sí, olvidé que los humanos son débiles, no pueden soportar una simple quemadura con fuego normal —Se encogió de hombros. Estaba intentando enfuerecerme, y eso no era pregunta— He visto con mis propios ojos cómo a demonios les arrancaban las alas y se volvían cenizas, no me hagas hacer lo mismo contigo pero arrancandote la lengua.
Ahora que sabía que Baji no tenía límites, comenzaría a cuidar mis palabras. Fue un error pensar que mi persona jamás me jugaría en contra, o tal vez fue un error pensar que Baji podría tener piedad.
Los demonios son extraños para quienes no los conocen, y yo me esforzaría por comprender por qué siempre los tacharon como los malos del cuento.
—¿Desde hace cuánto estabas ahí...? —Él alzó una ceja para que me explicara mejor— Ayer. En casa de Kazutora.
—Ahh, desde que te vi por primera vez, nunca me alejé de ti.
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Your Demon, My Angel {Bajifuyu}
Fanfiction« Al fin y al cabo, los demonios son ángeles desterrados al infierno » 𓃵Baji Keisuke × Chifuyu Matsuno (TR) 𓃵BoysLove 𓃵Se toca el tema de la tortura, igual no muy en exceso