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Ayer, cuando salí del departamento hecho furia, me había estado mensajeando con Angry tanto para matar el aburrimiento como para saber en qué términos había quedado todo por allá.

Me dijo que estaba bastante feliz porque Smiley terminó aceptando su relación y que no podía hacer nada al respecto para separarlos, agregando que no quería ver a Rindou con una mano encima de Angry en su propia casa, que se fueran a otro lado o que le echasen directamente. Resumiendo: No quería verlos poniéndose melosos. También me contó que Rindou estaba mejorando de sus heridas y que ahora (además de él) Ran se pasaba bastante tiempo en su casa porque se divertía hablando con (lease 'molestando a') Smiley, aunque a este último no le agradase la presencia del más alto.

"Me encanta cuando dice que le arrancará las trenzas por x cosa. De verdad, es muy gracioso" Le había dicho Angry por llamada mientras se reía.

Unos toques en la puerta me hicieron volver a la realidad. Dejé el manga que estaba leyendo sobre la mesa de luz y fui hasta la entrada, donde abrí la puerta.

¿Baji-San? —Pregunté confundido al verle ahí. Se hizo paso al departamento con una sonrisa y las manos en la chaqueta de cuero oscura con la que se había presentado ante mí. Cerré la puerta y me di la vuelta, me parecía raro— ¿Qué hacías afuera? Además siempre te la pasas diciendo que eres un demonio, ¿Por qué tocas la puerta?

Había salido mientras tú leías porque me estaba aburriendo.

Entonces es mentira eso de que siempre me andas mirando —Alcé las cejas, acusandolo con la mirada.

No es del todo mentira —Se encogió de hombros y se dio la vuelta para quedar frente a frente conmigo. Parecía emocionado, y no supe si debía sentir miedo o no— Da igual, eso no es lo importante ahora. He encontrado algo mientras volaba, es genial.

¿Sí? ¿Qué encontraste?

Y de la nada, Baji saca dos gatos de su chaqueta.

Mis ojos se abrieron con rapidez al ver que uno de ellos, uno naranja atigrado de barriga y la mitad del hocico blanco, traía un collar rojo con un cascabel plateado en el cuello.

¡¿Te robaste un gato?! ¡Baji-San, ¿Sabes qué pasará si el dueño se entera que yo lo tengo?!

Estaba en la calle junto a este otro —Bufó y señaló con la cabeza al gato negro con un corte en la oreja que estaba en su otra mano. Me pareció reconocer ese corte, y Baji se dio cuenta de ello— Es el que salvaste la otra vez. Lo encontré en un callejón junto al naranja, estaban en la basura, así que hay que darles un baño.

No dije nada y estiré mis brazos para alzar al gato negro, Baji me lo dio sin algún tipo de amague o mal humor. Hice una mueca ante el olor apestoso que tenían, Baji decía la verdad. El felino me mostró sus blancos colmillos al soltar un bostezo, era tan tierno y amenazante al mismo tiempo.

Cierra las ventanas para que no se escapen —Dije mientras acariciaba la cabeza del michi entre mis brazos. Baji sonrió con emoción nuevamente y dejó al gato naranja en el suelo antes de esfumarse e ir a cerrar todas las ventanas del departamento.

¿Dejarás que se queden? —Me preguntó al aparecer frente a mi un momento, luego volvió a esfumarse para ir a cerrar la pequeña ventana que había en el baño, lo supe porque lo escuché golpearse la pierna con el retrete.

Your Demon, My Angel {Bajifuyu}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora