Your Demon, My Angel {Bajifuyu}

Epílogo

Me desperté de un sobresalto y solté un grito ahogado al mismo tiempo. Mi frente sudaba, mis ojos se sentían hinchados y mis mejillas estaban empapadas al igual que parte de mi almohada. Todo estaba en silencio y en paz. Todo menos yo.

Lo primero que hice fue levantarme de la cama y correr hacia el pasillo, sin importar que mi pie se haya trabado en las sábanas y casi me de la cara contra el suelo. Busqué a Baji por cada rincón del departamento, jadeando de miedo, pero no lo encontré por ningún lado.

Estuve a punto de hecharme a llorar en una esquina, pero de pronto el timbre sonó, y yo pensé que esa era la última oportunidad que me quedaba.

"Si pudiera viajar al pasado para cambiar nuestro destino, lo haría sin lugar a dudas."

"Me volvería a presentar frente a ti como un demonio, o tal vez como un "humano" con un gran y oscuro secreto, quien sabe " La risa de Baji me hizo eco en la cabeza, como un tortuoso recuerdo.

Corrí hacia la puerta y sin dudar la abrí.

Si hubiera sabido que con ello mis esperanzas se iban a venir abajo, tal vez hubiera podido seguir jugando al ciego un rato más.

Pero no fue así. Abrí la puerta y lo que encontré fue a Kazutora con una expresión devastada en el rostro. A penas me vio tuve el impulso de cerrarle la puerta en la cara, como si eso pudiera retroceder el tiempo, pero en cambio él dio dos pasos al frente y me abrazó con fuerza.

A pesar de no saber nada. A pesar de estar friendzonado. A pesar de que es consiente de que estuve a punto de abandonarlo. Kazutora me abrazó. Vino a mi apartamento pasadas las tres de la mañana solo para consolarme por voluntad propia, y solo eso me bastó para comenzar a llorar, fuerte y doloroso.

Completamente roto.

Kazutora hizo que de pasos hacia atrás y cerró la puerta justo antes de que mis rodillas fallaran de una vez por todas y cayeramos al suelo los dos juntos.

—Si pudiera, le partiría la cara a ese imbécil por hacerte esto.

—Si pudieras, no te dejaría hacerlo —Sonreí con los ojos llenos de agua, porque me sentía mal— Pero siempre te lo agradecería internamente por cuidar de mi aún cuando estuve a punto de lastimarte.

—Que ñoñerias dices, Chifuyu —Murmuró pasándome una mano por el pelo en busca de transmitirme calma. Estaba temblando y con las manos fuertemente aferradas a su chamarra— Si amas a alguien harías lo que fuera por protegerlo... Si yo hubiese sido tú y tú hubieses sido Baji, no hubiera pensado mucho en Smiley. Por supuesto que me habría puesto super mal por estar a punto de hacerlo sufrir, pero aún así no hubiera cambiado mi elección.

—¿Hubieras muerto por mi?

—¿Tú habrías muerto por Baji?

—Estuve a punto de hacerlo. Realmente pensé que iba a ser así —Mi voz se rompió y un sollozo brotó de mi garganta.

—Yo hubiera hecho lo mismo por ti.

—Joder, Tora, harás que llore más.

—Llora todo lo que quieras, diablillo. Estaré aquí una semana entera si es necesario para que sanes.

Y lo hice. Seguí llorando hasta que el sol salió.