Your Demon, My Angel {Bajifuyu}

30 / 10 / 05

El viento soplaba contra mí ventana y las gotas de lluvia golpeaban violentamente contra esta misma. Yo miraba con falsa atención desde mi escritorio, porque lo único que podía pensar era en que, supuestamente, hoy debía morir, ya que cuando sean las doce, yo tendría que haber dejado de respirar.

Hace un rato Baji vino a avisarme que Mikey había vuelto al infierno para seguir cumpliendo con su trabajo y había dejado una despedida en un pergamino debajo de su cama, escrita con la jodida sangre del cordero que estaba descongelado sobre la mesa de mi cocina, como si fuese una amenaza de muerte y no tuviese palabras bonitas.

—Hoy es nuestro último día juntos —Dije cuando lo escuché entrar a mi habitación. Baji hizo un sonido extraño con su boca, como si no quisiese recordarlo, pero ayer él me había dicho que evitar mencionar las cosas no iba a evitar que pasaran y tal vez ayudaría a aceptarlo más rápido, así que no podía juzgarme— ¿Piensas sorprenderme de nuevo o es que debo pensar en algo?

Volteé mi cabeza para mirarlo, sintiéndome tocado por su mirada triste.

—Hoy quiero quedarme contigo.

—Y lo harás, quieras o no.

—Quiero que nos quedemos en el departamento —Pidió con el ceño levemente fruncido— Si salimos no voy a disfrutarlo, estaré nervioso toda la noche. Si nos quedamos aquí no voy a preocuparme por el tiempo. Yo... tengo muchas cosas que decirte...

—Oh, está bien. ¿Y qué quieres decirme?

Baji sonrió mirando el suelo. Una sonrisa falsa.

—Hablaremos en la noche —Se acercó hasta mi y me tomó por la nuca para juntar nuestras frentes unos momentos— Voy a hacerte una última sorpresa.

—Baji... ¿No se supone... que mañana ya debería...?

—Aún podemos esperar un poco más —Frunció el ceño, con los ojos cerrados— Mientras... sea antes del 1 de noviembre.

—Está bien...

Nada estaba bien. Nada nunca estuvo bien.

Pero yo aún quería seguir jugando al ciego.

—¿Tienes sueño o puedes ver una película conmigo? —Baji sonrió y se apartó de mi. Me miró a los ojos.

—¿Quieres seguir viendo One Piece? Kazutora no está pero... ya tendrá tiempo para verla luego, aunque sea sin mi.

—Ya cállate, Chifuyu —Bufó— Te espero en el sofá, iré a preparar palomitas.

—¿Sabes preparar palomitas?

—No. Pero escuché que siempre dicen eso cuando planean ver una película.

Solté un par de carcajadas antes de levantarme de la silla y palmearle el hombro. Baji me miró de arriba a abajo con una mueca en el rostro, sabiendo lo que estaba pensando.

—Sólo ve a sentarte en el sofá, yo prepararé las palomitas.

—Bien, como quieras.