Leah Ryūguji

Takashi Mitsuya

Conocí a Taka-chan antes que a Mikey, Ken lo llevó al burdel cuando él había escapado porque estaba cansado de tener que cargar con la responsabilidad de cuidar de Luna y Mana, sus hermanas pequeñas, cuando Kenny me contó sobre ello, creí que era una persona egoísta, Kenny cuidó de mi durante toda mi vida sin quejarse, jamás vi a mi hermano cansado de mi y nunca me dejó sola. 

Esa noche observé de lejos como se reían y jugaban con las cartas, recuerdo que una de las chicas que ya no esta lo apodó "Joker", desde donde estaba sentada sólo pensaba en la suerte que tenía por poder abrazar a su madre, la suerte de tener una casa con cocina y una habitación propia, donde podía llevar a sus amigos sin más. 

Cuando tuve la oportunidad de hablar con Takashi esa noche, sólo le dije -"te arrepentirás de tenerte compasión, no todos tenemos la misma suerte que tú", luego de eso me alejé de él y le grité a Kenny que no quería que lo trajera de vuelta a nuestra casa nunca más. 

Supongo que la rabia del momento habló por mi, la verdad es que Takashi simplemente estaba agobiado, y yo no podía entender como alguien con tantas cosas buenas en su vida se quejaba de ella. Luego de esa noche, pasado los meses, se encontró con Ken y lo llevó a casa, pero tenía un aspecto diferente...

-"¿Que demonios? ¿acaso están rifando el tatuaje del dragón en la cabeza?...—entre risas le pregunté a Kenny.—..Hermano y yo que pensaba que eras más original, ahora todos en Tokyo los verán como los gemelos dragones".

-"Ni me lo digas Lee, le dije que habíamos llegado a un acuerdo pero al parecer compartimos la misma neurona.— me respondió Draken con una sonrisa al final.—.. En fin, Mitsuya quiere hablar contigo".

-"¿El joker? ¿conmigo?— le respondí algo desconcertada—...Emh, esta bien, adelante vamos a nuestro cuarto".

El camino hacia allá fue incomodo, sobre todo porque mi hermano nos dejó solos ya que tenía "cosas que hacer". 

-"¿Quieres un poco de té o leche?—le pregunté.—Honestamente no sé preparar té, con mi hermano sólo tomamos leche y el matcha lo tenemos sólo porque a mi padre le gusta"- le dije sonriendo.

-"¿Padre?—preguntó Mitsuya sin entender lo que estaba hablando.—¿No que ustedes no tienen padres?".

-"En verdad no tenemos, y esa persona no es mi padre, es el administrador del lugar, nos crio a mi y mi hermano como sus hijos, no siempre le digo así solo que, suena mas lindo decirle padre que Masaway-san, sabes... en fin ¿quieres algo?".

-"Un vaso de leche estaría bien".-Respondió.

-"No me digas que huiste de casa de nuevo"-Le dije mientras servía el famoso vaso de leche de los Ryuguji.

-"Esta vez no... vine a hablar contigo—Respondió muy serio—..Leah-chan, vine a pedirte una disculpa"- Se inclinó ante mi. 

-"¿Que dices?—le respondí nerviosa—..Si es por lo de esa noche no te preocupes, sólo no lo hagas de nuevo, todo esta bien entre nosotros." 

-"Sólo quiero que sepas que desde ahora en adelante, tendrás un segundo hogar, siempre que lo necesites, o necesiten estaré para ustedes".- Dijo Mitsuya muy serio.

Luego de eso, lo vi un par de veces con Kenny, hasta el día de la heladería, donde nos mostró los uniformes de nuestra nueva pandilla. La verdad es que a Taka-chan se le daba increíblemente bien el asunto de la moda, sabía mis medidas porque recuerdo que una vez le dije a Kenny que quería una falda especial para poder moverme con facilidad sin tener que preocuparme de que me viera la ropa interior algún pervertido, y llevó a Takashi para confeccionarla él mismo. Mi uniforme era diferente, ya que él sabia que yo usaba sólo faldas tableadas.

-"¡Taka-chan, eres realmente increíble!"- de la emoción salté y lo abracé, claramente nunca lo había hecho con nadie, al igual que mi hermano me muestro como una persona dura, fue un momento embarazoso