En breve

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Todo en mi mente estaba completamente nublado, sólo pensaba en que todo tenia que terminar esa noche y estaba dispuesta a sacrificar lo que sea por que así fuera.

Después de un rato manejando, creí que lo mejor era que me calmara antes de unirme a la pelea, y decidí dar vueltas por la ciudad antes de llegar al lugar, todo daba vueltas en mi cabeza, nada era claro sólo sabía que los miembros de mi pandilla me necesitaban lúcida.

Llegando al muelle sólo escuché gritos, me estacioné un poco lejos del lugar y llegue caminando hasta allá, mientras caminaba puse mis fajas lilas en mi uniforme, sabía que podía ser la última pelea en la que figuraría en ToMan, tomé mi guardapelo, y ya más calmada lo besé y le pedí a mi hermano que me perdonara.

Ya preparada para entrar a la batalla solo me puse de pie a observar la situación, todo era un caos, pero aún así ToMan a pesar de su desventaja estaba dando una pelea constante, divisé a lo lejos como Angry lloraba y le pateaba el culo a los Haitani, el orgullo invadió mi corazón y luego de respirar hondo di un paso al frente, y una mano tocó mi hombro inesperadamente.

Di un pequeño salto por la impresión, pero el calor de aquella mano era familiar, no reaccione de una manera violenta, solamente la toque con ternura.

-"Perdóname por lo de hace rato... perdónenme ambos..."-les dije sin voltear.

-"No hay nada que perdonar... no te dejaremos sola nunca más..."-respondió mi hermano.

-"Es hora... debemos ganar esta pelea..."-complementó Mikey.

-"Bien... hagámoslo."-les respondí a ambos.

-"Antes de eso... Leah... Hina-Chan está con nos..."- dijo mi hermano y de pronto escuchamos un disparo que lo interrumpió.

Voltee rápidamente buscando una respuesta, Kisaki le había disparado a Takemicchi en el pie, a lo lejos pude ver cómo estaban uno parado enfrente del otro.

Tomé impulso sin pensar mucho en lo que haría, y corrí directamente hasta Kisaki, logré escuchar como Takemicchi le decía cobarde, y solo arremetí en contra de Kisaki.

Soltó su arma por un segundo y la adrenalina invadió nuevamente mi ser.

Tomé el arma de Kisaki rápidamente, todo para mi corrió en cámara lenta, jamás había tenido un arma de ese calibre en mis manos, sostuve la pistola con ambas manos con fuerza, mi cuerpo dejó de temblar y mi corazón latía a mil por hora, apunte a la cabeza de Kisaki.

-"Hola...¿me extrañaste?... cuatro ojos."-le dije con una sonrisa en el rostro.

Todos estaban asombrados con la entrada que había hecho, y a mi espalda Takemicchi se puso de pie y murmuró a Kiskaki.

-"Te lo dije, no voy a perder...—levantó su brazo izquierdo y gritó con todas sus fuerzas—..¡¡PRESIDENTE!!..."

Y entro Mikey y mi hermano a la escena.

-"Gracias Takemicchi..."-respondió Mikey.

Oí a los de Tenjiku y de la ToMan murmurar que me había vuelto completamente loca, que no debía estar ahí considerando que mi casa había sido completamente destruida y con ella, mi pequeña familia.

-"Sólo... dime Kisaki... ¿realmente ibas a matar a Takemicchi sin pensar en las consecuencias?... sabes mejor que nadie que soy una maldita desquiciada de mierda."- de un solo golpe con el arma lo golpeé tan fuerte que cayó al piso semi inconsciente.

Luego de eso, me voltee y con una risa gentil salude a Takemicchi y me disculpe por lo sucedido en el hospital.

-"No te preocupes Leah-san... lo importante es que estás aquí..."-me respondió aliviado.

Leah RyūgujiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora