Ángel del infierno

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-"Lee...¿Segura que no iras?".- preguntó Kenny

-"La verdad no tengo ánimos... pero si me necesitan... sólo me llamas...".-le respondí.

Terminamos de desayunar y arregle su uniforme mientras él tomaba una ducha, dejé todo listo para que se vistiera cuando llegara, tomé su manga "Evangelion" y me dediqué a leerlo en espera de que estuviera listo.

-"¿Puedes amarrarme las fajas Lee?".-

-"Claro...—me levante de mi cama y me subí a un banquillo.— no creas que huyo de mis responsabilidades". Le dije mientras comenzaba a acomodar las largas telas.

-"Tranquila... se que es difícil para ti...".

-"No soy como Shinji...—le dije mientras apuntaba el manga sobre mi cama—no tengo miedo de que no triunfe la ToMan... sólo no me siento preparada...".

-"Tranquila, a veces uno tiene que hacer... lo que tiene que hacer."- me besó la cabeza y se fue.

Ahí estaba de pronto, tumbada, sola en el cuarto, y en mi cabeza retumbaba las palabras de mi hermano y Baji. Pasaron por lo menos 15 minutos donde estaba mirando el techo y pensando y hablando en voz alta sola.

"<<uno tiene que hacer lo que tiene que hacer>>... No iré, no pienso dañar a mis amigos. <<uno tiene que hacer lo que tiene que hacer>>... ¿Seré una cobarde?...<<uno tiene que hacer lo que tiene que hacer>>... Valhalla dobla la cantidad de gente de la Tokyo Manji...<<uno tiene que hacer lo que tiene que hacer>>... y si Baji hace algo que tenía planeado todo este tiempo..."

Me senté de golpe en mi cama, me hacía sentido que eso sucediera por algún motivo, vi mis botas en el suelo, mi uniforme colgado y mis fajas lilas sobre la mesa.

"No quiero... pero...A VECES UNA TIENE QUE HACER, LO QUE TIENE QUE HACER.... ¿No es así... Edward?."

Me vestí tan rápido como me fuera posible, me puse los botas, amarré mi cabello con una coleta que no se desarmara, saqué mis fajas y las amarré lo más fuerte que pude, tomé mis llaves, amarré el casco a mi cuello y me fui corriendo del Salón de masajes.

Sentía la adrenalina correr por mi cuerpo, pensaba mientras avanzaba <<aguanten muchachos...ya voy en camino>>. Cuando llegue al lugar hice sonar lo más fuerte posible mi tubo de escape, para que supieran que ya estaba ahí.

La pelea aún no comenzaba, mis soldados me abrieron paso hasta el frente donde estaba Mikey, Draken, Takashi, Smiley, Muccho, y el Cejas largas.

-"Leah-san... llegaste..."- murmuraban nuestros subordinados.

-"¿No iban a empezar sin mí o si?... las mujeres siempre tardamos un poco más en llegar..."-les decía con una sonrisa retadora mientras caminaba entre ellos.

Cuando llegue al frente, estaba lleno de pandilleros antiguos, a lo lejos noté que estaban los famosos hermanos Haitani. Todos quedaron sorprendidos que en la Tokyo Manji Gang hubiera una mujer... Y con las fajas de altos mandos, no sólo eso, aparte eran de un color distintivo.

-"Sabía que vendrías..."- dijo mi hermano mirándome con una sonrisa.

-"No podía entrar al lugar sin llamar la atención...¿O si?..."-le devolví la risa.

Ambos miramos al frente, había un pandillero mayor vigilando que cumpliéramos con las reglas de la pelea Hansen de los Ikibukuro Black Members, para evitar un conflicto mayor y que todo se salga de control. Estaba nerviosa, era la primera pelea donde luchaba codo a codo con uniforme y todo al lado de todos los capitanes.

Leah RyūgujiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora