El fin

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No salió ninguna bala, seguía salpicada con sangre y arrodillada en el suelo ante los papeles que decían que la persona muerta a mi lado era mi hermano.

Mikey de la impresión se lanzó hacia atrás cuando me vio con el arma en la mi sien para terminar con mi vida.

Volví a apretar el gatillo dos veces más y ninguna bala salía, nunca tuve un arma en mis manos por lo que no sabía cual era su peso ni tampoco que la balas se terminarían tan rápidamente.

Nuevamente jale el gatillo y nada salió, mi mirada estaba completamente perdida en el suelo y sentía como a mi al rededor todo era un caos, oí a uno de los miembros de Tenjiku gritar desesperado que quería matarme, no lo culpaba, en cuestión de segundos había asesinado al líder de su pandilla.

Mientras Kokonoi trataba de mantener en calma a los reyes celestiales de Tenjiku, entendí que él no volvería al lado de Inui. Cuando me di por vencida con la idea de seguir disparando el arma Mikey se acercó a mi y tomo la pistola entre sus manos.

-"Basta... ya no es necesario que lo sigas intentando..."-murmuró Manjiro.

-"Yo... asesiné a mi propio... hermano..."-le respondí.

-"No te atormentes con eso... no permitiré que te lleven al reformatorio por esto Leah... después de todo, es mi culpa que hayas llegado a esto."-respondió.

-"Mikey... tu y yo somos hermanos..."-le dije mientras mis ojos se llenaban de lágrimas y aún continuaba mirando fijamente el suelo.

Rindō y Ran Haitani se acercaron a nosotros, estaban bastante mal heridos ambos y se pararon en frente de nosotros.

-"La Tokyo Manji Gang ha ganado esta batalla, nuestra derrota es inminente..."-dijo el hermano mayor.

-"Lo siento Leah... nosotros nos retiramos, no sé si quieran que nos hagamos cargo del cuerpo de Izana..."- agrego el menor.

Mientras comentaban ello se acercó Kokonoi, quien aparentemente ya había organizado todo para que a Tenjiku saliera librado sin mayor problema del embrollo en el que nos habíamos metido, nuevamente.

-"Leah podemos hacerlo pasar fácilmente por suicidio, no es necesario que tengas que ir al reformatorio por esto, Izana hizo todo esto sabiendo que tú terminarías ese calvario..."-tomo con un pañuelo el arma que sostenía Mikey, limpio las huellas del arma y la puso en manos de Izana.

-"Yo me haré cargo de su cuerpo, ustedes huyan.—le respondí a los Haitani y a Hajime.—después de todo es mi hermano, no creo que nuestra madre vaya a correr con los gastos funebres..."

-"Lee...—suspiró Mikey—..bien, soy el hermano mayor, haremos lo que Kokonoi dice y los Sano tomaremos responsabilidad por Izana."

Manjiro organizó todo para que solo quedáramos él y yo esperando a la policía, para que ninguno de lo miembros de la Tokyo Manji se viera involucrado en el asunto familiar. Aquella noche fue eterna, 3 muertos, heridos de bala y múltiples lesionados, los peritajes arrojaron que el arma de Kisaki Tetta fue quien hirió a Izana Kurokawa, Mikey no permitió que dijera una palabra y mientras la policía sacaba conclusiones él sostuvo mi mano con fuerza. Tetta falleció producto del impacto de un camión en frente de los ojos de Hina Tachibana, Hanagaki Takemicchi y Ryūguji Ken.

Finalmente nos libramos de toda culpabilidad legal, yo sabía que mis manos estaban aún manchadas y no solo por la muerte del que fue mi hermano, sino también por la de Kazutora Hanemiya.

Leah RyūgujiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora