Agobiada

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Camino a casa sólo pensaba en lo agobiada que estaba, últimamente no comentaba con nadie lo que estaba sintiendo, ya ni las lagrimas de frustración salían. Decidí ir a ver a los Sano, con eso podía ser que me sintiera más tranquila, cómo también podía ser que me agobiara más de lo que estaba. Recordé que no le había comentado a nadie mi desagradable encuentro con Kazutora y que mi hermano se reuniría con él, esperaba que Tora no le contara nada a Kenny.

Llegando a la casa de los Sano, entre y grité que había llegado, hacía un tiempo me habían entregado una copia de la llave, me dirigí a la habitación de Emma, pero no estaba. Así que me fui directamente a la de Manjiro y me lancé en su cama de cara. Él estaba en su sillón y solo me miro sin decir una palabra.

-"¿Qué pasó?".- preguntó Mikey mientras observaba que me ahogaba en una crisis existencial. 

-"Mi vida ya no tiene sentido..."- le dije mientras miraba el techo aún desde su cama.

-"¿Compraste ya tu motocicleta...?".

-"Si...—le lancé las llaves—...no sé cómo... pero es la que Shinichiro arregló para el coleccionista... ve a verla tu mismo."

-"Debe ser una maldita broma..."- dijo mientras veía las llaves y se fue corriendo mientras yo seguía en su cama. 

Que haría... la pelea era el día siguiente y aún me rehusaba a pelear en contra de ellos.

-"Si le hago caso a Edward y no voy... no habrá diferencia... no creo que me necesiten..."- dije en voz alta.

-"¿Huir de tus problemas?...— respondió Emma que venía entrando a la habitación — eso no es propio de ti...— dijo mientras se recostaba a un lado mío—... dime la verdad... que sucede en tu cabeza..."

-"Nada en particular... pero... tu ¿pelearías en contra de Hina si ella quisiese?"- le pregunté.

-"No quieres enfrentarte a Edward...—me respondió segura— no es necesario ser adivina para saber que te sientes agobiada... sólo, no hagas nada que no quieras hacer."

-"No es fácil no hacerlo cuando todos esperan que hagas lo que ellos quieren..."- le dije mirándola  a los ojos. 

-"Mientras más crecemos... el brillo de tus ojos más desaparece Lee..."- me dijo preocupada.

Fue cuando entro Manjiro y se lanzó al otro lado de la cama dejándome en medio.

-"¿De qué hablan?..."- preguntó curioso y me entregó las llaves.

-"De menstruación..."- le respondí.

-"Ah que bien... porque precisamente creo que me duele un poco el útero...."- dijo haciéndose el payaso.

-"Mikey... tu... ¿si quieres pelear en contra de Keisuke...?".- le pregunté seria, mientras los tres mirábamos su techo. 

-"Claro que no... aún no sé que hacer, o decir en la reunión de esta noche... podrías empezar a hablar tú en las reuniones, ¿no crees Emma?"

-"Mientras no se le trabe la lengua... no creo que habría problema..."- dijo entre risas. 

-"Sabes que los discursos no son lo mío... yo sólo se... golpearlos hasta desmayarlos."- le respondí.

-"Supongo que... si tu no quieres participar... estará bien para nosotros... no quiero que te presiones de más Leia... sé que estas agobiada."

Fue cuando me di cuenta que probablemente tenía tatuado en la frente que no quería asistir porque en efecto, estaba agobiada. Puse mis brazos bajo sus cabezas, los acerqué a mi para abrazarlos y les dije. 

Leah RyūgujiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora