Leah Ryūguji

Una esperanza rota

Luego de lo que sucedió con Takemichi, Ken llamó al doctor urgente, me hicieron un montón de exámenes, revisaron mi cerebro con distintos tipos de radiografías. De un momento a otro se llenó el hospital de estudiantes de secundaria y chicas con batas rosas que salieron corriendo con lo puesto del Salón de Masajes al enterarse que cabía la posibilidad de que recupere la memoria en un corto plazo.

-"Lo lamento mucho Ken-kun, Leah-chan sigue teniendo el cerebro muy inflamado, es casi imposible que recuerde algo siquiera de lo que le sucedió".

-"Lo sé doctor, pero recordó a Takemichi, a él lo conoció ese día"-Kenny estaba realmente desesperado.

-"¿Esta seguro que esos exámenes están bien doctor? no cree que debemos dejar a Leah un tiempo más aquí, a lo mejor si todos venimos a verla constantemente podemos hacer que recuerde más rápido las cosas..."-irrumpió Emma en la conversación.

-"Si es por dinero doctor no se preocupe nosotras correremos con todos los gastos, el dinero jamás será un problema para que nuestra Leah-Chan se recupere"- Respondió una chica con una bata rosa.

-"¿No creen que sea mejor llevarla a otro lugar? ¡Estos idiotas no están haciendo que Leah mejore!"-Gritó de la nada Baji, era la primera vez que hablaba en el hospital, luego de eso todos se quedaron viéndolo y se fue a la azotea del hospital.

-"A ver muchachos y señoritas, vamos a calmar esta situación, Ken tu y yo hablaremos con el doctor, por favor el resto fuera, luego de esto podrán pasar a ver a Leah un momento."- Dijo Masaway-san.

Realmente yo no conocía a la mayoría de las personas que estaban ahí, pero todos parecían estar más desesperados que yo porque recuperase la memoria, la verdad yo sólo intentaba no agobiarme con ese tipo de situaciones, porque me producían un dolor de cabeza terrible.

-"Dejaremos a Leah-chan en observaciones por dos días más, creo que la inflamación de su cerebro puede bajar o subir repentinamente y eso le provocaría un desmayo, lo que provocaría otro golpe, en cualquier caso si su situación no mejora, la mantendremos aquí el tiempo que sea necesario, necesitará ayuda para poder volver a ponerse de pie y hacer su vida normal..."-dijo el doctor para tranquilizar a Ken y a nuestro padre.

-"Lo que sea necesario, los gastos médicos no tienen importancia, sé que por trabajo yo no vengo muy seguido, pero por favor manténgame informado por medio de Ken sobre la evolución de mi pequeña Lee..."—Masaway-san siempre ha sido un hombre muy cariñoso, a pesar de no ser sus hijos siempre se ha preocupado por nuestra salud.—Muy bien pequeña, tengo que irme, las chicas pasarán a despedirse, toma tu leche todos los días, te esperaré en casa con un pastel, lo prometo.."- me besó en la cabeza y se fue.

Luego de eso todas las niñas del Salón pasaron a dejarme útiles de aseo, ropa, toallas y loción, me abrazaron y pude notar que tenían la esperanza de que volvería pronto al Burdel.

-"Ken, podrías decirle a tus amigos que pasen por favor...—era la primera vez en todos estos días que le pedía ver a los muchachos de la pandilla, lo tomó por sorpresa, entonces entraron todos y se acercaron a mi. —..No tengo recuerdos de ustedes...realmente no sé quienes son...—noté que se desanimaron—..pero puedo notar la desesperación en sus rostros, realmente quiero recordar quienes son, quiero saber que hice yo para que estén aquí la mayor parte del tiempo queriendo saber de mí... No tengo ni la menor idea de qué fue lo que me sucedió, pero sólo quiero decirles que no quiero que ustedes, ensucien sus manos por mi, hasta que por lo menos logre recordar algo mas que el nombre de un chico que jamás he visto, es el único favor que por el momento puedo pedirles..."

Los rostros de todos cambiaron, asintieron ante mi petición, no sabía que era lo que realmente había pasado pero, sentía por alguna extraña razón que ellos eran capaces de cometer locuras por las personas que querían.

-"¡NO TE PREOCUPES PRESIDENTA, YO LES PARTIRÉ LA CABEZA SI QUIEREN HACER ALGO QUE TU NO CONSCIENTAS!"-gritó Peh-yan.

-"Pueden irse a sus casas, supongo que por hoy fue suficiente para todos, demasiadas emociones hacen que mi cabeza de vueltas y todo es mucho mas confuso...—les pedí que se retiraran porque necesitaba hacer algo.—Kenny, dile a Emma que por favor entre...".

De todas las personas que iban a visitarme a diario, Emma realmente estaba sufriendo, no la recordaba de nada, pero podía notar en su mirada que estaba realmente desolada.

-"Sé que esto es difícil para ti... aunque no lo creas ha sido igual para mi...—realmente sentía demasiado no poder recordarla—..el día que desperté, cuando dormías en esa silla tan incomoda, repetías sin parar medio dormida <<Shinichiro por favor, no te lleves a Leah >> no sé quién sea Shinichiro para ti Emma, pero te prometo que no me iré a ningún lado, y trataré de dar lo mejor de mí para poder recordarte, mejor amiga...".-

Luego de eso Emma lloró por primera vez de felicidad, realmente se estaba esforzando el triple para llegar muy temprano todos los días a ayudarme con mi aseo, sabía que no era sencillo aceptar que probablemente su mejor amiga no la recordaría dentro de mucho tiempo, pero también sabía que esas palabras le darían esperanza y la harían sentir que ya no estaba rota...