13 ~ Zūne.

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(T/N) Tarāmi.

– ¿Es grave doctor?

Sonreí con algo de ternura mientras escuchaba el suspiro del doctor tenía sus motivos pues llevábamos bastante tiempo en su consultorio.

– Señora, Tarāmi-kun se encuentra bien.

– Pero su cuerpo es débil, ella...

Acaricié su mano intentando tranquilizarla, aunque no negaba se me hacía feliz sentir esa preocupación en mí.

– Tía estoy bien, solo fue un leve resfrío, tendré más cuidado desde ahora –. La garganta me ardió al decir aquello, mientras mi tono de voz sonaba más grave de los normal.

La mamá de Zūne, la cual me cuida desde pequeña y me trata como su hija, me miró aún preocupada, sin duda Zūne había sacado esos lindos ojos de ella.

– Aunque tu tía tiene razón Tarāmi-kun, tus defensas son más bajas de lo normal, por tu informe sé que eres propensa a los resfríos.

– Tendré más cuidado la próxima vez – Repetí aburrida.

– ¿El asma ha empeorado? – Preguntó haciendo la típica pose de los doctores.

– No, sigue igual.

– Perfecto... Felicidades Tarāmi esta semana no vas a morir.

Sonreí viendo la mueca de preocupación en la mamá de Zūne.

– Tía es broma.

– Lo sé, pero me sigue molestando – Susurró tomando mi brazo para bajarme con cuidado de la camilla. Nos despedimos del médico y salimos del hospital, gracias a la lluvia de ayer, hoy había amanecido con algo de fiebre y dolor en la garganta.

La mamá de Zūne -la cual me visitaba cada cierto tiempo- vio mi estado y prefiero llevarme al hospital y mis profesores no se molestan en ver mis faltas desde que mi Papá hablo con el director.

– Ese idiota de mi hijo debería cuidarte más.

– No debería, sé cuidarme sola.

Sus tiernos ojos verdes se posaron sobre mí, mostrando más preocupación de lo normal.

– Es tu novio, ustedes tienen una linda relación no quiero que él lo arruine. – Tía suspiro mientras miraba el camino a casa – La mayoría de las parejas terminan su relación por falta de comunicación y cosas sin sentido, créeme hija, sé de lo que hablo.

Preferí ahorrar toda discusión de mi noviazgo con su hijo, al contrario, fijé mi vista en la calle.

– Ya debe haber salido de sus clases y tu estas resfriada – Regañó parándose frente a mi edificio mientras miraba los alrededores, al parecer buscaba a su hijo con la mirada, al no verlo se limitó a suspirar resentida.

– Se inscribió al club de basquetbol.

– ¿Y el deporte es más importante que su novia? Ese idiota – Bufó molesta – Sabe que tienes una mala salud.

– Yo no diría que mala.

– Le iba a pedir que te hiciera un Okayu para tu resfrío.

– Puedo cocinar sola.

– Hija estas resfriada.

Una leve sonrisa apareció en mi rostro, aunque se fue tan rápido como apareció, la mamá de Zūne había conocido a mi madre cuando ambas quedaron embarazadas, al parecer durante ese tiempo se volvieron inseparables y, aun así, cuando mamá murió ella prometió cuidar de mí.

𝔼𝕤𝕥ú𝕡𝕚𝕕𝕠 𝔾𝕒𝕥𝕠 - 𝕂𝕦𝕣𝕠𝕠 𝕋𝕖𝕥𝕤𝕦𝕣ō.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora