17 ~ La luna esta hermosa.

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(T/N) Tarāmi.

– Kuroo ¿Podrías soltarme?

– No – Respondió cual niño pequeño aun abrazando mi cuerpo.

– El equipo está viendo.

– Me vale.

– Tienes que jugar contra Karasuno.

– Que le den al Karasuno.

Lev soltó una leve risita al instante que mi rostro se transformó en un rojo vivo, hoy empezábamos el día con un partido contra los cuervos.

– Bueno, bueno – Llamó la atención Nekomata-sensei – Empecemos con el partido, Tarāmi-kun ¿Cuántas veces nos enfrentamos con ellos ayer?

Con algo de incomodidad ya que los brazos de Kuroo rodeaban mi cuerpo y cuello, pude sacar mi libreta.

– Éste será nuestro tercer set contra ellos – Aclaré – Los dos sets anteriores los hemos ganado 17-25 y 19-25.

– Es un buen número – Murmuró Kai.

– Lev, es tu primera vez jugando con Shoyo y su armador – Susurró Kenma algo pensativo – No quites la mirada de él, es la persona más impredecible que conocerás.

Tan animado como siempre Haiba asintió mirando de soslayo al equipo rival.

El silbato hizo acto de presencia asustando a todos en el proceso, sin perder tiempo juntamos las manos en el centro para que Kuroo dijera el típico discurso, gracias a eso me vi libre de sus tenebrosas garras.

– ¡Vamos Nekoma! – Grito ansioso Yaku.

Cuando todos debían entrar a la cancha Tetsurō se quedó en su puesto viéndome fijamente, sus ojos estaban algo entrecerrados mientras mantenía ese típico ceño fruncido.

– ¿Qué? – Inquirí – La cancha esta del otro lado.

– Dame un beso de buena suerte – Pidió sin dejar de mirarme.

El calor inundo mis mejillas, ni siquiera se molestó en disculparse con Nekomata-sensei el cual se encontraba a mi lado presenciando la extraña escena. Sin decir palabra empuje su cabeza con la palma de mi mano

– ¡Ve a la cancha maldito! ¡No necesitas ese tipo de cosas!

– Es para que me vaya mejor Tarāmi.

– ¡Cállate!

– Oh, eres muy cruel.

Suspiré al ver como se reincorporaba a la rotación del equipo, podía sentir como mi corazón golpeaba mi pecho con brutalidad y veía a Kuroo chocar las palmas con Fukunaga en modo de saludo mientras mirada al Karasuno.

Idiota, idiota, idiota.

– Tarāmi dime algo – Desvié la vista con vergüenza hacia el entrenador – Tú ¿no estabas con aquel alumno del taller de basquetbol?

Si antes la vergüenza no era suficiente, ahora sobraba en mi cuerpo.

– No cree usted – murmuré – ¿Qué el voleibol es mucho mejor?

Sin decir nada el profesor Nekomata dio unas fuertes carcajadas cerrando por completo el tema.

Por último, tomé la cámara preparada para sacar unas buenas fotografías cuando el sonido del silbato de hizo presente. El set fue bastante igualado, a todos nos sorprendió cuando Lev bloqueo por primera vez a Hinata Shoyo, nuestro equipo llevaba la victoria, aunque ninguno de los dos quería dejar la cancha.

𝔼𝕤𝕥ú𝕡𝕚𝕕𝕠 𝔾𝕒𝕥𝕠 - 𝕂𝕦𝕣𝕠𝕠 𝕋𝕖𝕥𝕤𝕦𝕣ō.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora