22 - Problemas.

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(T/N)  Tarāmi.

Hoy era el Spring-high, y no estaba presente, a comparación, me encontraba en la sala de un hospital, la madre de Zūne dormía plácidamente sobre la camilla mientras en su rostro descansaba una mascarilla que le ayudaba a respirar.

Zūne se encontraba a su lado viendo su teléfono, tenía sus manos firmemente agarradas sin querer soltarla del todo y, por mi parte estaba al lado contrario de él, pegada a la ventana y viendo algunos apuntes que me servirían para los exámenes finales.

De alguna forma me sorprendía que el año pasara la tan rápido.

– ¿Cómo te sientes? – Preguntó Zūne de la nada.

Levante la mirada, en mi brazo estaba presente un catéter que llevaba suero a mi cuerpo, tenía puesta una mascarilla quirúrgica y aunque los doctores me habían facilitado una aspirina, mi cabeza seguía con ese constante dolor.

– Bien – Respondí bajando la mirada – ¿Cómo esta ella?

– Bien – Susurró – ¿No quieres alguna otra pastilla para el dolor?

Apreté mis labios, no quería ser mala con él, Zūne era mi mejor amigo desde la infancia y luego de eso, fue mi pareja, claro que le tenía cariño... Pero, algunas veces solo quería gritarle y maldecirle, aunque, por otra parte, fui yo la culpable.

Yo terminé con Kuroo, o al menos terminé lo que sea que teníamos.

– No, estoy bien – Confirmé sin levantar la mirada, no entendía nada de los apuntes y su conversación tampoco me ayudaba mucho.

Suspiré maldiciendo al dolor de cabeza, al parecer me había contagiado de algún virus en el hospital, o eso especificaron los doctores, no era mucho, pero mi sistema inmunológico no pensaba lo mismos, los dolores en el cuerpo no tardaron en aparecer, tenía varios dolores de cabeza y mi fiebre no hacía más que incrementar.

– ¿Entiendes algo? Si quieres, te puedo ayudar.

Volví a maldecir por mis adentros, aunque, luego de unos segundos sentí como mi teléfono vibraba entre los bolsillos de mi suéter, rápidamente y de una manera discreta, lo retiré del bolsillo para ver la pantalla.

Era quien esperaba, en la pantalla se mostraba el nombre;

Kenma Kozume.

– Sabes, creo que una aspirina y una caja de jugo no vendrían mal – Informé elevando la vista.

Zūne asintió unos segundos quedando sentado, mi celular dejó de sonar para volver a vibrar.

– Ah ¿Quieres que yo te las traiga?

Asentí levemente – Por favor.

– Si, voy de inmediato – Confirmó levantándose – ¿No quieres nada más?

Nuevamente mi teléfono dejó de sonar, aunque segundos antes volvió a vibrar, ya podía escuchar como Kenma se quejaba del otro lado por no contestar.

– Nada más - Respondí rápidamente – No, mejor trae unas papitas de la cafetería.

– ¿La que esta abajo? – Asentí – Bien, quizás me demore un poco.

– Anda con calma.

En el momento que salió de la sala saqué el teléfono apretando rápidamente el botón verde y llevándome el objeto hacia la oreja.

Si pides que te llame al menos contesta – Se quejó.

– Lo siento... ¿Cómo van? ¿Ya jugaron? – El silencio se hizo presente unos segundos en la línea telefónico – ¿Kenma?

𝔼𝕤𝕥ú𝕡𝕚𝕕𝕠 𝔾𝕒𝕥𝕠 - 𝕂𝕦𝕣𝕠𝕠 𝕋𝕖𝕥𝕤𝕦𝕣ō.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora