Xiao Zhan es un infiltrado del prominente Clan Xiao en el Palacio Wang. Su única misión en mente: Descubrir al culpable de la Masacre de su hogar y de innumerables crímenes más.
Sin pensarlo, se alía con Wang Yibo, el rebelde, despreocupado e inclu...
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A mitad de la noche, los campos del Clan Song eran solo alumbrados por los faroles colgantes de los árboles y la llama saliente de la palma de la mano de Wang Yibo, quien corría entre los árboles de forma ágil para evitar ser descubierto, siendo acompañado de tres botellas de licor colgando de sus muñecas.
Cuando llegó a la habitación de los hermanos Xiao-Wu, notó que solo habia una tenúe luz prendida dentro y todas las ventanas estaban cerradas.
Con cuidado de no hacer ningún ruido fuerte, levantó la ventana y la sostuvo con una madera. De esta manera pudo entrar al aposento, percatandose de que solo era Wu Xuan Yi quien permanecía despierta jugando con su rayo, mientras que Xiao Zhan estaba hecho bolita en medio de la cama, dormido.
Wang Yibo se acercó a Wu Xuan Yi poniendo frente a su rostro las botellas. Él juró que los ojos de la chica brillaron antes de que esta misma las tomara entre sus manos y comenzara a servir el líquido en las copas de la mesita.
La doncella señaló con la mirada a su hermano, a lo que Wang Yibo fue a despertarlo, un tanto... brusco. Gracias a esto se llevo un golpe en la nariz que por fortuna, no sangró.
Xiao Zhan gritó exaltado. -¡Infiltrado!-
-¡¿De nuevo tú?! ¡¿Acaso tengo cara de infiltrado?!- Exclamó sobando su nariz.
Xiao Zhan abrió la boca indignado, reprimiendo un bostezo cansado. Señaló con un dedo a Wang Yibo, mirándolo con expresión molesta. -¡Eso es lo que yo debería decir! ¡¿Tú otra vez?!-
Xuan Yi intervino.- Ya, paren de pelear. Zhan, Yibo trajo licor, ven aquí.-
Xiao Zhan volteó a ver al príncipe con el ceño fruncido.- ¿Por qué estás contrabandeando alcohol?-
Wang Yibo se sentó en el suelo a un lado de la mesita. -No lo hago, lo traje para celebrar, y ya para de hablar, ven a beber.-
Xiao Zhan bufó agarrando una de las copas, bebiendo el licor dentro de esta de un tirón. Hizo una mueca cuando sintió el liquido quemar su garganta. En unos cuantos instantes, las tres botellas ya se habian terminado. Wang Yibo, con su buena resistencia al alcohol pudo permanecer sobrio al igual que Wu Xuan Yi, puesto que ella solo bebió una copa. Y por otro lado, Xiao Zhan se olvidó de su poca resistencia, bebiendo como si no hubiese un mañana.
Las consecuencias fueron graciosas. Su mejilla se estampó contra la mesa, cosa que sobresalto al otro par. Wang Yibo se levantó del suelo, ayudando a hacer lo mismo a Xiao Zhan mientras lo hacia pasar su brazo por detrás de su cuello y con la otra, sostenerlo de la cintura. El rostro del General era un completo lío. Sus mejillas estaban pigmentadas de rojo, su frente estaba emperlada de sudor y mantenía un pequeña sonrisa boba en su rostro.
Xiao Zhan lloriqueó, cambiando su expresión de tontez a frustración.- Quiero... seguir bebiendo, déjame.- Pellizco la mano de Wang Yibo, a lo que este lo soltó.
