Xiao Zhan es un infiltrado del prominente Clan Xiao en el Palacio Wang. Su única misión en mente: Descubrir al culpable de la Masacre de su hogar y de innumerables crímenes más.
Sin pensarlo, se alía con Wang Yibo, el rebelde, despreocupado e inclu...
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-El veneno no afectó tu corazón. Pero... tu Esfera la a adquirido en su lugar.-
Wang Yibo cerró los ojos, sacando a flote un suspiro desganado por el diagnostico de Zhou Xuan en su cuerpo. Aquella flecha no había causado daños severos, al pasar de los días la herida había cicatrizado en perfección. Sin embargo, Chen ZhouXuan notó en el príncipe reacciones extrañas, como si hubiese sido envenenado.
Aasí lo fue. La flecha que se incrustó en el cuerpo de Wang Yibo tenía consigo una gran cantidad de veneno mortal.
ZhouXuan tomó la mano del príncipe, poniendo sus dedos sobre el área del pulso, percibiendolo con el entrecejo contraído. - Tu Espíritualidad está sellada ¿verdad? - Ella hizo un mohín de preocupación cuando Wang Yibo dió un asentimiento rígido. -Lo que pasará contigo... ¿Lo sabes, cierto?-
Wang Yibo desvió la mirada de la doncella, torciendo la boca en una mueca de resignación mezclada con angustia. -No se lo digas a Zhan, recién volvió a forjar su Esfera, sería peligroso para él.-
-Tiene que saberlo, él te ama.- Estuvo por levantarse, no obstante, el príncipe alcanzó a agarrarla de la muñeca, deteniendola. Ella volteó, mirándolo con un ápice de extenuo. -Bien, me mantendré callada si es lo que deseas.-
Wang Yibo la soltó, brindándole una ligera sonrisa como agradecimiento. A pesar de que ZhouXuan ya no estaba, él habló a la nada con un tono bajo. -Es mucho mejor si no se entera.-
____Tres semanas después____
Chen ZhouXuan junto con Li Bo Wen decidieron partir por sí solos hacia cualquier lugar, cuídando el uno del otro mientras buscaban una buena Aldea en donde como final cada quien tomaría su propio rumbo. No quisieron quedarse en la Aldea Hai por estar cerca de la Ciudad He y lo riesgoso que esto sería, y menos territorio de Wang Chen Luo, dandole más responsabilidas al hombre de cuidar más personas.
Así que ahora todo volvió más o menos a la normalidad, teniendo por excepción al joven príncipe del grupo. Estaba en la cocina de su padre, recargado con sus manos en el borde de una de las barras, pensando sobre el día de mañana, el día de su regreso al infierno de Shou'an.
No se percató de que alguien había ingresado al lugar. -¡Wang Yibo! ¡Estoy embarazado!- Xiao Zhan exclamó de la nada, poniendo ambas manos sobre su abdomen que no tenía ninguna curvatura o aumento alguno, de hecho, estaba plano. Y no era extraño por obvias razones.
Si Wang Yibo no conociera a Xiao Zhan, y la actitud bromista que este había adoptado recientemente, se la hubiera creído. Se volteó cruzado de brazos mientras enarcaba una ceja ante la gran sonrisa de Xiao Zhan. - Si lo estuvieras, ahora mismo tendrías una gran panza. O quizás lo hubieras perdido en Luan.-
