CHAPTER 24.

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Wang Yibo examinó con la mirada a Xiao Zhan, quien yacía recostado en la cama, durmiendo

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Wang Yibo examinó con la mirada a Xiao Zhan, quien yacía recostado en la cama, durmiendo. Wang ChenLuo le había contado todo lo que sucedió a lo largo de los seis meses. Wang Yibo creía en las palabras de su padre, la prueba del sufrimiento de Xiao Zhan se notaba en su bajo peso, sus ojeras marcadas y el como dormía tan profundamente, agradeciendo de ese descanso. Todo eso, producto de la fragmentación de su Esfera Espíritual.

Los parpados de Xiao Zhan temblaron ligeramente antes de que sus ojos se abrieran con lentitud, para después volver a cerrarlos, apretandolos por no estar bien acostumbrado a la luz del día. Wang Yibo se acercó a él para ayudarlo a reincorporarse, y así fue, Xiao Zhan quedó sentado mientras que agarraba su abdomen con un poco de fuerza.

ChenLuo tomó la palabra primero. -Tienes hambre, ¿verdad?-

Xiao Zhan solamente asintió, no podía recordar el último día que había comido como se debía, quizás se habría comido alguna manzana del prado de las magnolias hace unos cinco días.

Una vez que ChenLuo se retiro para ir a traer la comida y al mismo tiempo dejarlos hablar a solas, Wang Yibo se sentó al lado del General, posando su mano sobre la contraria. -Papá me ha contado todo, ¿Por qué lo hiciste, Zhan?-

Xiao Zhan inhaló bruscamente, sintiendo un escalofrío recorrer toda su espina dorsal cuando recordó. -Para protegerlos de esa mujer.

-...¿Qué?

Sólo hubo un asentimiento por parte de Xiao, para después comenzar a hablarle de todo lo que había sucedido durante la Matanza de Luan, la fragmentación de su Esfera y todo lo demás.

Hace seis meses en la ciudad Luan, Xiao Zhan sí estaba dispuesto a morir, sin embargo, algo dentro de él se encendió cuando estuvo por entregarse. Dicha idea fue la fragmentación de su Esfera, lo que le hizo dividirla en tres a pesar de un infernal dolor al momento de llevarlo a cabo. El fragmento más grande lo impregnó en el cádaver de otra persona, la cual estaba irreconocible por haber muerto incinerado. Dicho fragmento, al estar dentro de un cuerpo sin vida, entraría en el prado de espíritualidades, la cual, fue donde Wang Yibo entró.

La segunda pieza fue más difícil de llegar a su destino, puesto que este fragmento se fue deteriorando por su debilidad durante el camino hasta quedar siendo apenas una voluta de espíritualidad que se impregnó en la horquilla de madera que Wang Yibo había preparado para él. Por eso, a lo largo del medio año Xiao Zhan se sentía tan miserable con él mismo cada vez que escuchaba con distorsión y difícultad como su pequeño amor se quebraba durante las noches, y que él no podía hacer nada para ayudarlo, porque no podía regresar sin siquiera tener un poco de fuerza para defenderlos.

El último y más pequeño fragmento quedó en su cuerpo como última fuerza para asesinar a Fu Yan. No obstante, antes de poder hacer algo contra la mujer, uno de los hombres de esta hizo... algo que Xiao Zhan realmente no sabe, pero que ocasionó una explosión en donde muchos artefactos salieron volando a diferentes direcciones, cosa que provocó la muerte de muchos Generales Wang y la inmovilidad de piernas que ahora la Emperatriz padece.

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