Xiao Zhan es un infiltrado del prominente Clan Xiao en el Palacio Wang. Su única misión en mente: Descubrir al culpable de la Masacre de su hogar y de innumerables crímenes más.
Sin pensarlo, se alía con Wang Yibo, el rebelde, despreocupado e inclu...
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-Tengo hambre.-
Estaban merodeando por las calles de la Aldea Hai, buscando algo más que hacer que no fuera la práctica con la espada. Xiao Zhan estaba siendo cargado por Wang Yibo sobre la espalda de este último, no por cansancio o algo así, sólo por capricho.
El príncipe, al escuchar el murmuro de Xiao Zhan, hizo que se bajara por unos segundos. Sacó de entre sus túnicas su bolsa de dinero, dandose cuenta de que lo que llevaba no alcanzaba ni siquiera para un panecillo. Suspiró, alzando la mano que sostenía la bolsa y agitandola frente al rostro de Xiao Zhan, quien con apuro sacó la suya, para también darse cuenta que no tenía absolutamente nada.
Xiao Zhan miró un puesto de panes que se encontraba frente a ellos, gimió de sufrimiento colocando su mano sobre el área de su estómago, el cual había rugido por su hambre.
Wang Yibo miró su acción, a lo que se acercó hasta la oreja de Xiao Zhan, y susurró. -¿Lo quieres?- Formuló un mohín cuando vió el asentimiento de su chico. Se alejó, dedicandole una pequeña sonrisa. -Entonces lo tendrás.-
Se dió la vuelta en disposición de ir al puesto, sin embargo, Xiao Zhan lo agarró de la muñeca, deteniéndolo. -Lo que traes no te alcanza para comprar ni siquiera la mitad de uno.-
El príncipe apartó la mano de Xiao Zhan, y después se cruzó de brazos mirando incrédulo a su contrario. -¿Cuando dije que lo compraría?-
Xiao Zhan abrió los ojos de más. -T-Tú... ¿Vas a robarlo?-
Wang Yibo giró la cabeza de un lado a otro en negación, cosa que en un principio a Xiao Zhan, sin embargo, esa sensación de tranquilidad se esfumó cuando Wang sonrió. - Se le llama pedir prestado ¿De acuerdo?-
Otra vez se dió la vuelta para caminar unos cuantos pasos, y nuevamente, fue detenido por el General, esta vez acercandose demasiado a él, alzando la barbilla. -Wang Yibo ¿Sabes que eso es robar?- Murmuró.
Wang Yibo lo tomó por los hombros, alejandolo un poco. - Tú solo quédate aquí. - Y Xiao Zhan no le quedó de otra más que asentir, porque sabía lo necio que era su novio, y que si le decía que no hiciera algo, más insistiría en hacerlo.
Xiao Zhan tenía la mano puesta sobre la sien, tratando de disimular los nervios que sentía más que nada. Desde su lugar vió como Wang Yibo llegaba a preguntar sobre las cosas en el puesto, distrayendo así al vendedor para después agarrar con rápidez uno de los panes del borde y esconderlo detrás de su espalda.
Wang Yibo sonrió satisfecho, estuvo por tomar otro sino fuera porque algún estúpido que pasaba por ahí lo inculpó, avísandole al vendedor sobre su pequeño crimen. El príncipe corrió en dirección a Xiao Zhan, tomándolo con fuerza de la mano antes de que ambos se hecharan a correr tan rápido como pudieron, mientras que algunas personas defensoras del puesto los seguían, para que por consiguiente después de unos minutos se detuvieran, dejandolos ir.
