CHAPTER 10.

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Tres días después de que el caso ya estuviese resuelto a medias, Meng Ao Zi estaba en una crisis mientras que miraba a lo lejos a esos dos jovenes que pudieron resolver el caso de su Aldea

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Tres días después de que el caso ya estuviese resuelto a medias, Meng Ao Zi estaba en una crisis mientras que miraba a lo lejos a esos dos jovenes que pudieron resolver el caso de su Aldea.

Por otro lado, Xiao Zhan, junto con el príncipe sacaban conclusiones mencionando que se haría con esa tierra manipulada. Al final, tanto el Líder de Clan como el par de chicos tomaron la decisión de remolcar la tierra afectada de los campos hacia un lugar apartado, e intercambiarla por unas que no estuviesen bajo dicho efecto.

Dado que, cualquier artefacto no podía simplemente estar bajo la manipulación de una energía de manera natural, Wang Yibo se encargó de guardar en una de sus bolsitas un puñado de dicha tierra. Sabiendo esto, más adelante la tierra al no estar cumpliendo con su función de afectar los cultivos, será llamado por su dueño, es decir, la persona que lo manipuló con su espíritualidad.

De esta manera, la misma persona los guiará a su paradero. Sin embargo, aún sabiendo dicha información, tanto como Wang Yibo y Xiao Zhan tenian en cuenta que la tierra de la Aldea Jun era muy fértil en respecto a sus brotes de cultivo durante algunas estaciones del año, excepto el otoño e invierno. Por lo qué, ahora, estando en pleno otoño era fácil saber que la tierra no estaba en su etapa de buena fertilidad.

Entonces, Xiao Zhan comentaba con ápices de seguridad a su acompañante sobre las posibilidades de que alguna persona hubiese donado a mala voluntad esa tierra manipulada por ese mismo donante. Yibo por su parte comenzaba a hacer de sí mismo un apocalipsis mental.

Puesto que, el mismo chico ha estado viviendo toda su vida prácticamente con la Emperatriz Fu Yan, aguantando sus múltiples desprecios y sabiendo su mala voluntad contra los Clanes tanto menores como prominentes. De esta forma, cuando se percató de las desgracias de los Clanes mientras que Fu Yan estaba ausente del Palacio, comenzó a sospechar.

Más no podía simplemente culpar sin alguna prueba que demostrase su verdad. Sus dudas lo inundaron cuando en el caso del sueño e infiltrados del Clang Song, ella también estuvo bajo dicho efecto. Y ahora, no había pista alguna sobre el posible donante de la tierra.

Su burbuja de dudas fue rota por Xiao Zhan. Lo miró con la cabeza ladeada en señal de confusión. -¿Qué te pasa? ¿Estás bien?-

Wang Yibo suspiró con pesadez.- Estoy cansado. Hemos estado cargando con todo esto desde hace tres días, aunque ya estamos por acabar, no puedo sacar de mi cabeza la idea del posible donante de esta tierra. Esa Fu Yan no ha salido desde que llegaste al Reino, no contando cuando fue el caso del Clan Song.-

Xiao Zhan se compadeció Yibo. Quitó de la espalda del chico el pesado costal que cargaba y con esfuerzo logró subirla a la suya aún teniendo ya una sobre sí. Después de todo, el príncipe no tenía suficiente energía espíritual en su cuerpo, dado que cuando Xuan Yi cayó bajo el efecto de la comida infectada y él le dió esa pildora llamante, se percató de que con tan solo eso pudo hacer que la muchacha se recuperara el mismo día de la infección.

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