Aún recuerdo como descubrí el mundo del ballet tenía aproximadamente seis años, acababa de mudarme de un pueblo a la cuidad fue un cambio algo duro, recuerdo como mi madre espero que mi padre e hermano salieran a pescar como todos los sábados, se arregló como hace mucho no lo hacía coloco un gran abrigo en mis hombros y emprendimos un viaje por la cuidad, hasta llegar a la majestuosa academia de danza ¨Candela Alma¨, es una de las academias de ballet más conocidas de Londres, al entrar a la academia quede totalmente enamorada de su estructura y decoración, era simplemente hermoso.
Mi madre tomo mi mano me sentó en una de las bancas y dijo; espera hasta que mamá regrese. Para luego saludar cálidamente un señor y los dos entraran a una oficina. Como toda niña luego de unos largos minutos la curiosidad me gano y decidí echar solo un vistazo. En realidad, solo había pasillos las aulas estaban cerradas y era muy pequeña como para curiosear por las ventanas, no fue hasta que llegue hasta una de las últimas aulas que pude ver lo que cambiaría mi vida y ayudaría a encontrar mi pasión.
Una joven bailando al ritmo de la música, fue ¿Cómo explicarlo? Tan atrayente, magnifico, ver como pareciese que todo su mundo desaparecía, sus movimientos tan elegantes, era tan frágil y a la vez feroz. Fue como una corazonada si lo quieres llamar así, pero supe que quería intentarlo.
Estuve estudiando cuatro años en esa academia hasta que mi padre se enteró por que mi madre le encantaba llevarme. Su amante.
Tal vez ese fue el comienzo de muchas desgracias en mi familia, pero sin duda me dio una de las mejores cosas.
- ¿Qué te pareció? - me pregunta Jayden sacándome de mis pensamientos.
-fue maravilloso- le sonrió tímidamente.
-me gusta tu sonrisa- murmura causando mi sonrojo.
-a mí la tuya- en ese momento coloco su abrigo en mis hombros y tomo mi mano.
- ¿no tienes frio? Te congelaras- trate de quitármelo, pero no me dejo.
- estoy bien, mírate a ti, morirás congelada.
-estoy bien- susurro bajando la mirada.
-me sentiría mejor si te lo quedaras- asiento- ¿vamos al restaurante?- me pregunta sacando las llaves de su auto.
-por favor- pido.
-sabes mi abuela siempre decía que con quien pasaras la primera nevada seria el amor de tu vida- comenta antes de comenzar a conducir.
Mi corazón comienza a latir fuertemente ¿quizá esta insinuando que...?
-tu abuela es una persona muy sabia- le sonrió nerviosa.
-lo sé- sonríe tristemente.
-¿Cómo ha estado?- le pregunto.
-bien- se limita a decir.
Jayden es un chico cerrado en cuanto a su familia se trata de milagro sé que ha estado enferma y fue porque tuvimos que cancelar una cita por ello. No lo culpo a mi tampoco me gusta hablar de mi familia aun que tengo la confianza de hacerlo con el no quiero abrumarlo con mis problemas, que no son nada al lado de los de él. Sé que llegara el momento donde él se abrirá a mí, solo es de esperar.
Al llegar al restaurante me despido con un beso en la mejilla y corro a vestirme, mi uniforme es un pantalón negro y una blusa blanca con el logo.
-¿sabes qué horas son?- escuchó la voz de Dawson a mis espaldas mientras amarro la gabacha en mi cintura.
-lo siento, pero Connor dijo que me suplantaría- le sonrió.
-nena, Connor no para de coquetearle a las clientas.- gruñe.
-lo compensaré- le doy un golpe en el hombro.
-¿y qué? ¿Ya eres mi cuñada?- pregunta con una sonrisa coqueta.
-¿de qué hablas?- pregunto tratando de ocultar mi sonrisa.
-¿aún no te lo ha pedido? – Alza una ceja- mi hermano es más lento que una tortuga.
-cállate- gruño pasando por su lado.
Dawson es hermano de Jayden, es mi amigo y vivimos en la misma casa, por lo que se no tienen una estrecha relación pero no se llevan mal, Dawson es lindo su cabello es castaño y sus ojos avellana como su hermano, tiene un rastro de barba que dice que le parece sexi como para cortarlo.
El restaurante no es grande pero tampoco es pequeño dejémoslo en mediano, últimamente hemos tenido noches ajetreados, porque si solo trabajamos en la noche, realmente parece más un bar que restaurante. Tiene luces tuenes, algunas pinturas de distintas personas, palabras en las paredes en francés entre otras.
-¡hurón!- grita Carter al verme corriendo a abrazarme- te extrañe tanto el idiota de Connor se estaba llevando a todas mis conquistas- hace un puchero.
-te lo mereces- me burlo- y deja de llamarme hurón si quieres tener descendencia.
-no tengo intenciones de tener hijos pero si lo haces dejaras a muchas mujeres muy tristes- lleva una mano a su pecho- eso sería ¡horrible!
-muy gracioso Carter- gruño- ¿tienes otra hermana?- señalo su rostro- ¿puedo matarla?
-aleja tus hermosas manos de mi hermoso y escultural rostro- me señala- Carlita está muy bien viviendo en mi rostro.
Carter es muy guapo, su cabello cobrizo un tanto largo siempre en una media cola, sus ojos castaños lo hacían muy lindo el único problema era su pequeño problema con el acné, aun así era hermoso.
-¿Dónde está Connor?- pregunto limpiando una de la mesas.
-justo ahorita acaba de subir al escenario junto a Cameron- señalo el lugar.
Rápidamente me voltee y la melodía comenzó.
Sonrió al verlo, su cabello negro esta peinado hacia atrás pero algunos mechones rebeldes decidieron salirse de lugar, lleva una camisa blanca de mangas largas algo transparente dejando los tres botones sin abotonar dejando ver parte de su pecho y la cadena en su cuello, su pantalón negro pegado marca sus piernas, como si sintiera mi mirada alza la vista, sus ojos grises azulados se encuentras con los míos, su sonrisa no se hace esperar y eso les gusta a las chicas que lo observan, alzo la mano para saludar y el me guiña un ojo.
Reconozco la canción como At My Worst, es una de mis favoritas, miro a su lado y observo a Connor haciendo algún tipo de baile sexy.
siento una mano en mi cintura sobresaltándome, al voltear me topo con Jayden quien me mira con una ceja alzada.
-¿todo bien?- le pregunto.
-claro- responde mirando el escenario- tengo que irme- anuncia.
-oh, está bien, ¿hablamos mañana?- asiente sonriendo.
-hasta mañana- se acerca y da un beso en la comisura de mis labios.
-has...hasta luego- balbuceo nerviosa.
Guiña un ojo y se va de mi vista dejándome con el corazón desbordando felicidad.
Mi vista vuelve a al escenario, Carter trata de bajar a Connor que sigue bailando de forma graciosa, mi sonrisa flaquea al ver la expresión de Cameron.
Pero queda en el olvido al escuchar mi teléfono.
¨me encanta pasar tiempo contigo¨
Mi sonrisa yo no podía ser más grande.
Quien diría que en mucho tiempo no la volvería a tener.
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Quisiera Ser Como Ella
Teen FictionYo era una mujer que quería descubrir el amor, yo solo era una simple chica soñadora la cual quería experimentar las cosas que el amor me podría traer. Pero nada de eso paso; Comenzando con que en el camino olvide lo que era amarme, olvide que lo má...