Mi madre no lo hizo, no me salvo, ella solo me dio una sonrisa temblorosa vi como su frente sudaba, y sus ojos se cristalizaban, pero no lo hizo, ella lo único que me dijo fue;
-si haces esto luego iremos a ver una obra, ¿te gustaría? ¿mh?- pregunto con una sonrisa- también iremos por un pedazo de pizza, pero has esto primero.
Cuando ese hombre comenzó a tocarme me orine encima y esa fue mi salvación, el hombre con asco me dio una buena cachetada y me echo a patadas a mí y a mi madre, dos bolsas de cocaína y cincuenta dólares era lo que valía para mamá.
Ese día por poco fui violada.
Ese día comencé a temerle a mamá
Ese día comencé a odiar mi segundo nombre.
Desde ese día ahora me cuesta interactuar con hombres fuera de mi círculo de amigos o academia.
Desde ese día tengo algún tipo de resentimiento hacia mi cumpleaños
Limpio la pequeña lagrima que resbala por mi rostro, no quiero llorar, ya no más, he llorado tanto, siempre trato de convencerme de que nada de eso paso, es lo mejor, es la única manera de poder vivir tranquila.
Tomo la caja que guardé en mi bolsillo quiero tirarlo o regalarlo a algún pobre en la calle, pero a pesar de todo no puedo, no he tenido contacto con mi madre hace dos años, pero ella me manda un regalo ¿Qué estará esperando? Algo trama porque mamá ya no hace las cosas por gusto siempre hay una razón.
Sé muy bien que es de ella, recuerdo bien como lo consiguió, se metió con el señor de la joyería mientras yo la esperaba fuera de está muriendo de frio, el collar antiguo lleno de perlas y un diamante falso en medio, era muy bonito al ser sincera, pero no me causaba más que repulsión.
- ¿pasa algo? - escucho la voz de mi hermano en un susurro.
-lo siento no quise despertarte- limpié mis lágrimas.
- ¿Qué pasa oreo? - pregunta acercándose.
Le enseño el collar lo que lo hace fruncir el ceño y apretar la mandíbula.
- ¿Por qué lo tienes? -. Pregunta con los dientes apretados.
-hoy me lo entregaron- susurre- un repartidor.
-¿Cómo mierda sabe tu dirección?- gruñe quitándome el collar.
-no lo sé Mitch- cierro mis ojos intentando detener mis lágrimas.
-hey, lo lamento- siento como me abraza- solo no quiero que te haga más daño Oriana, no lo mereces – acaricia mis cabello- odio que quiera seguir molestándote no le vasto en nuestra niñez- besa mi coronilla- pero no dejare que te vuelva a hacer daño, ¿sí? Te protegeré como lo he hecho siempre- susurra.
-te amo- lo abrazo con todas mis fuerzas, sintiéndome de nuevo como aquella niña indefensa.
-yo también me amo- bromea- ¿Quién no me amaría? Soy fabuloso- me separo propinándole un golpe en su estómago.
-esa labia- niego con la cabeza- nunca se te quita lo modesto.
-¿Por qué cambiar eso cuando es lo mejor de mí?
-no negare verdades- sonrió, sentándome en el suelo- ¿te quedaría conmigo?
-me preguntaba cuando lo pedirías- se sienta a mi lado- ¿estás bien? - me pregunta pasando un brazo sobre mis hombros comenzando a acariciar mi cabello.
-no estoy mal, pero tampoco estoy del todo bien- me sincero.
- ¿Qué sucede?
-nada, solo las tonterías de siempre.
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Quisiera Ser Como Ella
Teen FictionYo era una mujer que quería descubrir el amor, yo solo era una simple chica soñadora la cual quería experimentar las cosas que el amor me podría traer. Pero nada de eso paso; Comenzando con que en el camino olvide lo que era amarme, olvide que lo má...