Como Si Fuera Una Princesa / Jenlisa

<capítulo 2>

Habían pasado unos días. Jennie y Lisa trataban de planear cómo serían los próximos días. Jong sabía que todo el trayecto sería difícil así que ayudaba dando unas ideas un tanto ocurrentes.

—Por ultima vez, se tienen que levantar —dijo Jennie tratando de jalar a Lisa.

—Tenemos sueño...

Tock tock

—Jong, ocúltate —ordenó rápidamente Jennie.

—Está bien.

Tock tock

—¿Si? —dijo Jennie.

—Disculpen, pero ya estamos cerca —dijo una voz que supusieron que era de uno de los encargados.

—Gracias —dijo la mayor.

—¡Por fin! ¡Voy a conocer China! —dijo muy feliz mientras abrazaba a Kuma.

—¡Vamos! —rió Lisa —Yo tampoco conozco China.

—Espero ser una buena guía.

—Tú eres buena en todo —abrazo Lisa a su mayor.

—Muy empalagosas.

—Ya te quiero ver cuando crezcas.

Desembarcaron, y tuvieron que viajar unas horas más. Aquella casa estaba un poco lejos del pueblo, la naturaleza era la protagonista en este lugar. Una de las desventajas era que el pueblo era pequeño y eso significaba que si uno hacía un movimiento todos lo sabrían.

—Dijiste que era una casa pero esto parece una mansión —dijo Jong mientras observaba de arriba hacia abajo.

—Aún no me parece buena idea.

—Solo estaremos aquí hasta que consiga los papeles de Jong —Jennie posaba sus manos sobre los hombros de Lisa.

—Confió en ti —la tailandesa abrazo a su mayor lentamente.

—Me encanta este lugar tiene mucha naturaleza. ¿Podemos quedarnos más tiempo? —preguntó la pequeña.

—Eso lo veremos.

Si bien había una Jisoo preocupada, también había una Jisoo decidida, pero al final no tenía una decisión clara. Ella sabía que publicar aquella carta haría que muchas personas se levanten en contra del padre de Jennie y eso solo generaría caos, pero también sabía que las familias tenían el derecho de saber lo qué sucedió.

—¿Lista para arder Troya? —preguntó Jinyoung.

—No estoy segura, tengo miedo generar caos.

—Ellos merecen saber la verdad...

—Lo sé...

—Entonces haz lo correcto —sonrió el mayor.

—Me gustaría que vengas con nosotras.

—Sabes que me gustaría.

—Te extrañaré mucho —lo abrazó.

—¡Hey! Nada de lágrimas, voy a estar bien— limpió sus lágrimas Jinyoung.

—Toma —le entregó la carta —Haz que arda Troya.

—Si me necesitas, ya sabes donde estoy —se retiró del lugar.

—Ya estoy lista Jisoo-Unnie —entró repentinamente Chaeyoung.

—Yo igual. Creo que ya es hora de irnos.