Capitulo 40

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Shi QingXuan tenía la esperanza de que Ming Yi volvería. El fin de semana estaba curioso y deseaba que ya fuera lunes. 


Pero no sé presentó. 


Esperó toda la noche, y a pesar de que no estaba el nombre de esta persona en la lista, todavía quería creer que vendría. Tuvo que usar un abanico que tenía guardado, pero no se sentía lo mismo. 


Estaba consciente que si iba a esa empresa perdería. No quería hacerlo. Se rehusa a ir. 


Esperó. 


Llegó el miércoles y tampoco volvió. 


Entonces se dió cuenta. No le había dado la opción de negarse, si quería recuperar su abanico, si o si debía ir a ese lugar. 


Shi QingXuan frunció el ceño dentro de su camerino, apretó el papel. No necesitaba el abanico. Tenía muchos más. Es más le hizo un favor. 


Así volvió a retomar su trabajo, si Ming Yi no volvía está bien.


Inútil, inútil, inútil


Idiota, idiota, idiota.


Esas palabras se repetían en su cabeza. 


Dice el dicho "la curiosidad mató al gato" 


Según Xie Lian estaba relacionado esa frase con la medicina aunque tenía otro significado, la inquietud y preocupación continúa traía mala salud. 


Con base en eso, hizo su siguiente movimiento. Aunque ahora pensándolo mejor se arrepentía. 


Un jueves estaba de pie frente a un ascensor. No sabía si subir o no. Estuvo bastante tiempo en la puerta de ese edificio debatiendo si entrar o no. Las personas lo miraban raro porque miraba en dirección a la puerta de entrada. Pero Shi QingXuan estaba más enfocado en sus propios problemas que no le dió mucha importancia. 


Tomó casi media hora decidirse en pasar por esa puerta, ahora estaba frente a un ascensor dónde personas entraban y salían y no se decidía si entrar y subir. Al parecer también iba tomar un tiempo a decidirse. 


Se vistió de una manera simple, usaba un pantalón de mezclilla un poco ajustado rasgado en las rodillas.  y una sudadera color negra. El pelo lo tenía recogido en una coleta alta. Había pensado en colocarse la capucha de su sudadera, una gorra y unos lentes. Pero sabía que iba a llamar la atención. Por lo que descartó la idea. 


Treinta minutos después finalmente estaba en el piso indicado, el número 14. 

Dulce StripperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora