Capitulo 17

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Uno, dos, tres, cuatro…a medida que contaba podía ver más billetes Xie Lian. Su turno ya había terminado, eran las 12 de la noche. Y esta vez no fue necesario que venga Mu Qing para avisarle de la hora. 

Había sido más tranquilo el día de hoy. Había pasado una tarde agradable con su amigo e hijo en un centro comercial disfrutando de pizza. Fue un buen día. 

Cuando empezaba su turno, intento tener mayor precaución, por el incidente a la anterior vez. No podía dejar que vuelva a pasar. 

Pasaron las horas y finalmente cuando terminó de bailar ya se dirigía de nuevo a su camerino. Sin embargo, vio que había algo en su puerta. ¿Una nota? La leyó, decía "Ojalá te mueras"

Miró a los lados si había alguna persona, pero no había nadie. Tomó la nota en sus manos, volvió a leerlo y lo estrujó con una mano. Abrió la puerta de su camerino, tiro el papel en un cesto de basura y caminó hacia la mesa. 

Se miró por un momento en el espejo. Todavía usaba el antifaz y la ropa de lencería. Hasta que por un momento vió un reflejo de alguien completamente diferente. Parpadeo y esa imagen se borró. 

Recordando que ya era hora de volver, se sacó el antifaz y empezó a cambiarse a una ropa más cómoda. 

10 minutos después ya estaba listo saliendo del establecimiento por la puerta de atrás, antes de irse vio al guardia, estaba apoyado en la pared—Buenas noche Lang Qianqiu 

—…

Sin embargo no hubo respuesta. Se acercó un poco más y se dió cuenta cuenta que estaba durmiendo. Tal vez no debería despertarlo. Dando pasos más suaves se alejó, pero chocó con algo su pie, haciendo que hiciera ruido, era una lata de alguna bebida. Miró atrás y vio que el guardia seguía durmiendo. Esta vez mirando el piso se alejó, para luego tomar un taxi. 

Al llegar a su departamento, dejó su mochila a un lado y sus zapatos. 

Fue a la cocina y tomó un poco de agua. 

Después se dirigió a su habitación en dónde podía ver a una pequeña figura dentro la cama. La ventana estaba un poco abierta alumbrando la cama.

Se acercó y se arrodilló junto a la cama. Su pequeño dormía plácidamente. Levantó una mano y acarició su cabecita, sentía lo suave que era.

Para luego con la otra mano, se deslizara debajo la almoahada y sacar algo entre sus dedos. Una pequeña flor blanca. Miró nuevamente las iniciales. "S.L" 

Si bien trato varias veces de reconocer el significado de las iniciales. No pudo recordar quién podría ser. 

Sin embargo, a veces se sentía mal consigo mismo, el haber actuado así a un completo extraño y que esta persona no apareciera después… suspiró. Miró por milecima vez esa flor, dió un sutil beso y la devolvió debajo la almohada. 

Dulce StripperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora