Xie Lian caminaba tranquilamente después de dejarle el desayuno a Hua Cheng. A pesar de su paso calmado, aún sentía el cansancio del examen del día anterior.
—¿Estás bien?— preguntó Jian Lan, su compañera.
—Un poco cansado, pero bien —respondió Xie Lian, intentando disimular un bostezo.
El sonido del celular lo sacó de su somnolencia.
—¿Hola?... Xue Yang, no recuerdo haberte dado mi número de celular… ¿A-Yan? Está bien, iré en cuanto pueda. Gracias.
—¿Todo bien? —preguntó Jian Lan, notando su expresión preocupada.
—El director del jardín quiere que vaya. Dijo que necesita hablar conmigo.
—¿Pero tu hijo no ingresó hace un par de horas?
—Sí, pero no quiso dar detalles.
Jian Lan inclinó la cabeza. —Tal vez no sea nada grave. Conozco casos en los que llaman para reuniones inesperadas.
Xie Lian asintió, pero no podía sacudirse la sensación de intranquilidad. Entró a la oficina de Hua Cheng con paso firme, decidido a pedir permiso.
—Señor Hua, necesito ausentarme unas horas. El director del jardín llamó, es algo urgente.
Por un momento, Hua Cheng mantuvo su mirada fija en él. —No.
El aire se tensó. Xie Lian parpadeó, sorprendido por la frialdad en su voz.
—Yo… lo entiendo —respondió, aunque las palabras parecían atorarse en su garganta.
Hua Cheng dejó escapar una risa baja al notar la reacción de Xie Lian. —Gege, estoy bromeando. Claro que puedes ir.
Sin embargo, Xie Lian no se movió. Algo en el tono inicial de Hua Cheng lo había descolocado. Hua Cheng se levantó de su silla y caminó hacia él con calma.
—¿Qué pasa, Gege?
Xie Lian dio un paso atrás, intentando recuperar la compostura. —No tardaré mucho. En serio.
Hua Cheng dejó de sonreír. Su expresión se suavizó cuando notó cómo Xie Lian evitaba su mirada. Lentamente, levantó una mano y sujetó su brazo con delicadeza.
—Gege, ¿estás bien?
—Estoy bien —respondió Xie Lian, aunque su voz sonaba insegura.
Antes de que pudiera reaccionar, Hua Cheng lo jaló hacia un abrazo inesperado. El contacto lo dejó inmóvil, sin saber qué decir.
—Lo siento, no quise incomodarte. Es solo que… olvidemos lo que dije.
—No me incomodó… —susurró Xie Lian, pero su voz se perdió en el peso del momento.
Hua Cheng no lo soltó. Por primera vez, Xie Lian sintió que había algo más en ese abrazo, una disculpa silenciosa, un intento de reparar la distancia que, sin darse cuenta, había crecido entre ambos.
—Volveré pronto— dijo Xie Lian, intentando sonar seguro.
—Tómate tu tiempo— murmuró Hua Cheng, soltándolo con lentitud —Si necesitas algo llámame.
Una vez dentro del jardín infantil. Xie Lian se sentó en el escritorio frente al director.
Tenia un semblante tranquilo.
—Es bueno verlo de nuevo.
—Dijo que era importante venir.
Xue Yang lo miró durante un buen tiempo —¿Usted quiere a su hijo?
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Dulce Stripper
Fanfiction¿Quién dijo que la vida de ser Stripper era fácil? Detrás de un escenario hay una vida que tiene muchos problemas. Cada uno con sus propios conflictos. Xie Lian es un Stripper del club llamado "El palacio de los dioses" Si bien no es su único empleo...