Capitulo 42

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Dentro de una cafetería, Pei Ming miraba a su alrededor en busca de alguien pero después de varios segundos, volvió su vista hacia el hombre de corbata roja. 


—En está ocasión tengo mi celular prendido para grabar, ¿Dónde está el muchacho? 


He Xuan estaba sentado pensativo, hasta que logró oír lo que dijo su jefe.

—¿Dijo grabar? 


—¡Si! Cómo suele ocurrir cosas graciosas alrededor de Hua Hua decidí que ahora en adelante grabaré cualquiera suceso.


—Eres muy amable— Hua Cheng sonrió de manera superficial.


Otro día, dónde fue arrastrado a la cafetería por orden de su jefe. 


El primer día sin ver al mesero llamado Xie Lian fue satisfactorio de alguna forma para Hua Cheng, ya que vió desilusión en el rostro de Pei Ming. 


Cuando regresaron a la empresa le restaron importancia el hecho de que no  vino ese mesero ese día.


Pei Ming se encontraba muy desilucionado por no poder grabarlo y mostrárselo a sus compañeros de trabajo, pero no se desanimó del todo, ya que al día siguiente iría de nuevo. Lo más probable es que era su día de descanso. Esa era la opción más razonable. Tres personas pensaban lo mismo y lo dejaron pasar.


Pero después de dos semanas sin saber noticias del mesero. En un rostro bello había un ceño fruncido, sin darse cuenta sus dedos tocaban la mesa haciéndolos sonar de forma continua. 


Su mirada vagaba dentro de la cafetería al igual que los días anteriores. Al mirar a su jefe  estaba jugando con lo que parecía ser un pañuelo celeste. Estos últimos días lo veía de un lado a otro con ese pañuelo.


Por un lado, estaba contento al ver en el rostro de su jefe decaído, sin embargo, había algo que lo molestaba dentro de él. Lo que hacía que su día no comenzará muy bien. 


Una vez que dobló el pañuelo y lo colocó en su bolsillo de su traje habló Pei Ming—Es aburrido no ver al muchacho, HuaHua haz algo gracioso, te pagaré.


El nombrado solo levantó una ceja—¿Tan desesperado estás?


—No es desesperación es aburrimiento. 


He Xuan ajeno y sin importarle lo que ocurría a su alrededor, volvió a mirar la carta decidiendo cuál sería la mejor opción para almorzar.  


Entonces Pei Ming buscó a la mesera que los atendió en días anteriores—Puedo preguntar, ¿que sucedió con el mesero, Xiè Lian? Estss dos semanas no lo ví.¿Está enfermo? 

Dulce StripperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora