Capitulo 46

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En los días siguientes se dió cuenta Xie Lian que su nuevo jefe se estaba comportando un tanto anormal. Por lo general era demandante con todos, exepto…él. Lo que le sorprende bastante. 

Pero no sé quejaba, era bueno tener un jefe que lo trate bien y no le grite. Pero sentía pena por aquellos que si. 

Últimamente Hua Cheng preguntó por A-Yan. No había nada de malo, preguntaba sobre la salud de su hijo y si continuaba haciendo dibujos. 

Xie Lian creía que A-Yan logró caerle bien a su jefe. Lo cual le hizo muy feliz. Algo que realmente era muy raro a la vez 

Un día se atrevió a preguntar si deseaba comer en algún restaurante. La respuesta de Hua Cheng fue que prefería comer en su oficina. ¿Acaso ya no iba más a la cafetería? ¿O a otro sitio? 

Por otra parte, Pei Ming frecuentaba cada vez más la oficina, así que el día que lo vió, realmente estaba feliz, diciendo que ya eran compañeros de trabajo y si alguna vez Hua Cheng lo llegaba a molestar o ser un mal jefe que le avise. Diciendo todo esto frente a Hua Cheng parecía clavarle cuchillos con los ojos. 

A veces podía ver una cara sería en ambos cuando estaban concentrados, en especial Pei Ming. En pocas ocasiones Hua Cheng dejaba que el otro hombre se quede en su oficina para terminar juntos y comer. 

Jian Lan había dicho que Hua Cheng tenía poco apetito, pero mientras estuvo con él aceptó todos los platos que se le sirvió y no hubo queja alguna. Eso es algo bueno ¿No?

Los momentos dónde aparecía He Xuan eran tensos. Al aparecer había alguna enemistad oculta, pero no era tan grave o eso quería creer. Al igual que ocurría con Pei Ming, pero He Xuan no trataba de hacer bromas o caerle bien. 

Cuando había alguna reunión Hua Cheng y Jian Lan iban juntos, fueron ocasiones en las que no había mucho trabajo, hasta que ellos volvieran. Así que aprovechando esos momentos estudiaba.

Su hijo le había dejado varios dulces en su bolsillo en secreto, cuando se sentía un poco nervioso los comía. 

Así semana tras semana transcurría y otro mes había pasado. 

El día de hoy era jueves, había prometido comer junto a Shi Qingxuan y Feng Xing para la cena, este último dijo que cubriría a alguien por lo que llegaría para las seis de la tarde. 

Xie Lian agarró otro dulce de su bolsillo, lo desenvolvió  y se lo llevó a la boca. Unos segundos después, el teléfono sonó. Xie Lian se enderezó y contesto la llamada.

—Hola, buenas tardes, habla Xie Lian asistente del Señor Hua Cheng. ¿Quien habla?— todo esto mientras trataba de mantener el dulce en su mejilla.

—... Hola Xie Lian.

—Ah Señor Hua, ¿necesita algo? 

Si, dile a Jian Lan que venga a mi oficina y también requiero de su presencia.

Ambos ingresaron a la oficina, de pie mirando a su jefe que estaba sentado, con un traje azul marino. 

Hua Cheng sonrió— Necesito que lleven unos papeles a un restaurante cercano a la empresa Tan. Se supone que un hombre debía recibir la información por correo electrónico y de ahí el hombre debía hacerlo firmar con sus superiores.

Jian Lan frunció el ceño —Pero…si es a un correo electrónico, también puede descargarlo él mismo, hacer fotocopias y firmarlas.

—Tambien se lo mencioné, pero se rehusa hacerlo. Alegó que está haciendo un gran favor en aceptar las propuestas de nuestra empresa. Es un hombre arrogante y egocéntrico por lo que hace lo que se le dé la gana. Necesito esos papeles firmados. Jian Lan ¿Hay muchas cosas que hacer?

Dulce StripperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora