32. Dos de la madrugada.

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Este capítulo y quizá los últimos más, contienen muchos errores y faltas de tildes, por lo que pido disculpas. Wattpad ya no me dejó subir mis documentos editados. Estoy trabajando en ello, gracias por su paciencia :(

Capítulo 32.

Jess.

1 SEMANA DESPUÉS.

Estúpido metro y medio.

Tenia que llegar ella a mi vida para alborotarme, para confundirme y convertirme en una persona completamente diferente. Ya ni siquiera se quien soy cuando estoy con ella, se me salen tantas cursilerías de la boca que me da nauseas y hay veces en donde me pregunto, ¿Qué me hizo para tenerme así? Como un idiota embobado.

Ah, y gracias a ella tengo dolores de espalda de lo diminuta que es.

¿Pero que maldito error cometí como para que me botara de esa manera? 

Odio ser la causa de su tristeza. Lo mas probable es que le hayan herido algunos mis actos o tal vez ya no soportaba mis estúpidos bucles depresivos. Es demasiado difícil entenderme cuando llegan mis episodios. Y no la juzgo, yo también me hubiera alejado de mi mismo, si es que pudiera. 

Odiaba las películas humorísticas, odiaba el sabor del chocolate, odiaba el afecto amoroso, y no soportaba a las personas alegres, ni llamativas. Pero aquí estoy, con toda la furia del mundo ahogándome en el alcohol por ella. Y lo que mas odio es que ella se haya convertido en mi mas grande debilidad. Y en la única.

Cuando éramos pequeños, Sam me resultaba una chiquilla insoportable. Una niña de ojos color miel, de cabello castaño, despeinado y demasiado bajita. Su cabello nunca podía estar en su lugar, siempre tenia que estar desordenado. Era muy parlanchina, sonriente y torpe. No se ni como termine embobado. Me negué mil veces a ese estúpido sentimiento que ella causaba en mi.

Soy un chico al que le cuesta demasiado expresar sus sentimientos y emociones, al que le cuesta sonreír cuando no es para burlarse de alguien, al que le cuesta dar afecto amoroso, y es muy difícil para mi demostrarlo con las personas.

Pero de lo que estoy realmente seguro es que Sam rompió esa barrera. Me di cuenta que estaba perdidamente enloquecido, cuando ya no podía estar ni un minuto alejado de ella. Y como odio y aborrezco eso.

Me gustaba tenerla a mi lado, me gustaba que fuera mi novia, me gustaba probar sus labios y realmente intentaba no ser nada frio con ella, aunque hay días en donde me cuesta. No quiero hacerla sentir incomoda por mis reacciones y comportamientos extraños. Ella me hace sentir muy seguro. Y eso me gusta.

Ella me hacia sentir diferente, me hacia sentirme mejor conmigo mismo, y la verdad que no recuerdo haberme sentido así antes.

No estaba acostumbrado a sentir cosas por alguien, a ese ordinario sentimiento de atracción y afecto. Por que siempre creí que yo jamás podía tener una relacion amorosa con alguien, siempre lo vi como una opción muy distante e imposible. Creí que esas cosas no iban conmigo. Jamás creí que perdería la cabeza por alguien tan pequeño como Sam. La chica que es mi primer pensamiento al despertar y el ultimo al dormir. Por que para mi, ella era una jodida obra de arte. Mi obra de arte.

Y cuando menos quiero pensar en ella, es inevitable por que los recuerdos no dejan de llegar a mi mente. Recordé algunas cosas, recordé la primera vez que la vi cuando éramos unos niños, recordé cuando supe que estaba enamorado de ella, pero también recordé cuando la asesine... o bueno eso creí.

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