EVADE

EXTRA: Un extraño año nuevo.

Hola a todes, de nuevo :D
Este capítulo lo escribí en un viaje en carretera de siete horas. Me dieron ganas de escribir un pequeño extra por año nuevo. Espero y lo disfruten mucho, les amo.

Se que hoy es 30 y faltan unas horas para el 31, pero no podía publicar este extra el mero 31 como me hubiera gustado, ya que no tendré internet ni red para publicarlo ya que viajare:/

(No es obligatorio leerlo, sale de la trama oficial)

¡Felices fiestas sangrientas! 🍷
*Eleva la copa y le da un sorbito mientras música navideña suena de fondo*

⁂

Finalmente era 31 de diciembre, una fecha bastante esperada por todos... bueno, más bien solo para los hijos de los chicos; a ellos les daban muchos regalos por estas fechas y gracias a eso sus pobres tíos se estaban quedando sin dinero.

Pero también era una fecha muy esperada para Theo y Jesse, ellos aún les seguían entusiasmando los juegos artificiales, aunque no fueran tan sorprendentes ni ruidosos, ya que Juliette le había puesto un alto a la pirotecnia en estas fechas. Era una de las reglas que debía de seguir la familia.

Los juegos artificiales afectaban mucho a su perrito, Max, y la ponía muy triste verlo sufrir, al ver como se escondía debajo de la cama y no salía hasta el amanecer.

La familia Taylor se encontraba en casa. Eran las nueve de la mañana y Sam era la única despierta.

Tenía la cabeza de Jess sobre sus tetas mientras él soltaba ronquidos y palabras indescifrables en sueño. Si, aunque no lo crean, Jess resultaba ser bastante empalagoso y mimado con Sam. Era la única persona con la cual se volvía todo un cariñoso.

Con una mano, Sam le pasaba los dedos por su cabello mientras que, con la otra, sujetaba un libro de ciencia ficción. Le gustaba leer por las mañanas, ya que por las tardes no podía gracias a Juliette y su trabajo, y en las noches...

En las noches se divertía con Jess. Ya no tanto como antes, Juliette solía despertarse a la mitad de la noche y los interrumpía, o a veces dormía con ellos.

Jess tenía que irse a dormir a su habitación para tranquilizarla y conversar con ella hasta que se quedara profundamente dormida y de paso él también lo hacía. Cuando Sam despertaba, lo encontraba dormido en la cama de Juliette con su cuerpecito en sus brazos.

Al cabo de unos minutos, Jess finalmente soltó un bostezo y apachurró más el cuerpo de Sam. Ella sonrío y le dio un tierno beso en la frente. Él se acurrucó más en sus tetas y Sam frunció el ceño.

Que aprovechado.

—Buenos días —susurró ella con voz ronca pasando sus dedos por su cabello.

—Mmm —murmuró Jess y esta vez metió la cabeza en sus tetas.

—Tienes serios problemas de obsesión con mis pechos ¿no crees?

—Mhm —hizo un mohin.

—¿Dormiste bien?

—Mhm.

—¿Eso es un sí o un no?

—Mhm.

—Lo tomare como un sí.

Jess le rodeó la cintura con los brazos y se acomodó mejor. Pretendía seguir durmiendo. Habia pasado toda la noche viendo un maratón de las películas de Barbie junto a Juliette. Jess ya tenía bien memorizadas todas las canciones de La maldita rubia presumida. Así la llamaba él.