35. Los cuatro.

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Este capitulo se me hizo demasiado largo, así que decidí dividirlo en dos partes, quizás y en este les explote mas la cabeza, pero el siguiente les encantara :) ¡Lean bien todo, se explicaran muchos cabos sueltos! Este capitulo lo edite en poco tiempo, si encuentran algún error, no duden en ponerlo en los comentarios, para corregirlo mas tarde.

Capitulo 35.

Muchos niños nacieron ese día, pero solo cuatro fueron elegidos.

Mañana en la noche escaparíamos.

¡MAÑANA EN LA NOCHE ESCAPARIAMOS!

No lo voy a negar, estaba un poco entusiasmada por el plan y por el hecho de que por fin saldríamos de este horrible lugar. Pero por una parte me aterraba, que algo saliera mal. No quería que nadie saliera herido, ni tampoco pensaba irme y dejar alguno de los chicos. Si iba a escapar, lo haríamos todos.

Habíamos estado planeándolo desde hace una semana. Ya no nos juntábamos como en los primeros días, puesto a que no queríamos que nadie sospechara, ni que nos descubrieran escabulléndonos por la noche, para juntarnos en la cabaña. Ya teníamos suficiente con que los hombres armados tuvieran los ojos en nuestros movimientos todo el tiempo, y siempre que nos veían juntos, nos pedían que mantuvieras una distancia de dos metros.

Habíamos decidido comunicarnos a través de nuestros pensamiento. Al principio fue complicado, no sabía si era la voz de mi cabeza, o si se trataba de Susie. Por otra parte, la unidad parecía toda una ciudad, era extremadamente grande y a veces era todo un lio encontrar las cabañas y las zonas de entrenamiento. Pero había estado observando el alrededor más a detalle y con más atención, cada vez que me dirigiría hacía algún lugar en las horas de entrenamiento.

Observaba, vigilaba y hacía notas mentales. Y gracias a todo eso tenía más conocimiento sobre este lugar, como por ejemplo sabía que: A las doce en punto las puertas eléctricas de la unidad se cerraban por completo y todo la zona se llenaba de vigilantes. También me di cuenta de que la unidad tenía detectores de movimientos en los lugares más confidenciales, como en las oficinas, las zonas de armas y las salas de experimentación. 

Nos mantuvimos tranquilos todos estos días, sin soltar sospechas, fingiendo no saber nada, siguiendo las reglas, asistiendo a todos los entrenamientos. Para que pensaran que ya nos habíamos dado por vencido, y ya no teníamos una razón para escapar mas que obedecer. Y ese era el momento perfecto para atacar. En el momento, mas inesperado.

También habia dejado de tener comunicación con Jess, y no por que estuviéramos peleados o algo por el estilo, si no por que así seria mucho mas creíble nuestro plan. La mayoría de las personas sabían que teníamos una relacion, y necesitábamos que pensaran que eso ya habia terminado y que ahora nos odiábamos. Dejamos de visitarnos, aunque yo me habia mudado a su cabaña, tuve que dejar de ir. También habíamos fingiendo una que otra pelea a mitad de los entrenamientos. Todo lo habíamos hecho despacio, para que así fuera mas creíble. Incluso en una de nuestras peleas, los hombres armados estaban tan atentos, que dejaron lo que estaban haciendo para ponernos atención.

 Por la parte de mis poderes, había estado practicando levitaciones con la ayuda de Jess, no nos juntábamos para las prácticas, sin embargo yo ponía en práctica mis poderes en la cabaña con consejos que Susie me enviaba de parte de Jess. Y sinceramente todavía no se me daba del todo bien. Batallaba mucho y también me frustraba no poder lograrlo, pero estaba dispuesta en aprender a usarlos. 

Yo podía. 

Poco a poquito, lo lograría. 

Ah, y lo peor había sido el cambio de ojos. Había comenzado a escabullirme más rápido al finalizar una prueba y a llegar más temprano para no hacerme notar. Pues me había crecido una mata rosada en los ojos que poco a poco se volvía más visible. Sucedía cada vez que usaba mis poderes. La mata se expendía en mis ojos creando un mezcla entre café y rosado.

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