La incomodidad brotaba de esa sala.
Cuatro personas en una oficina, dos tazas de té humeantes, y el carraspeo de dos asistentes que parecían cansados y no sintiendo que sus sueldos pagaran aquella situación tan tensa.
—Bien, señor Jeon. ¿Acaso necesita mi ayuda para el desarrollo de su nuevo proyecto?—Preguntó inquisitivamente el hombre menor al dueño de aquella oficina.
—No necesariamente su ayuda, necesito saber si usted está dispuesto a compartir sus conocimientos sobre su nueva consola, para que tenga absoluta compatibilidad con mi nuevo proyecto. Sería una ayuda para ambas empresas, nadie pensaría que ambos tendríamos una colaboración. ¿No cree?
Ambos se miraron, pareciera que a Mingyu le costara más mantener la mirada. Como si la vergüenza de aquel vuelo sea más pesada que la reunión formal que estaba sucediendo.
El azabache bebió de su té, y le pidió a su asistente, que estaba a un lado del otro secretario, la carpeta de aquel contrato que indicaría una nueva colaboración.—Hablé con mi abogado, pero usted también puede hacerlo con su abogado antes de firmar.—Indicó Jeon.
Mingyu recibió la carpeta por medio de aquella mesa de café de color grisáceo oscuro. Ambos sentados en sofás mirándose completamente atentos. Estaban preocupados. ¿Serían capaces de trabajar juntos? ¿Mirarse cada cierto tiempo y colaborar con un secreto que debían permanecer en confidencialidad?
—Wonwoo... Ya sabes algo de mi que no puedo tolerar. No sé si puedo confiar en ti para poder hacer esta colaboración.—Kim empujó la carpeta por la mesa, con intenciones de devolverla sin siquiera abrirla.
—Ya lo sé. Pero de lo poco que me conoces, sabes que soy temerario y amo los riesgos. Sin embargo, también soy una persona leal. No voy a apuñalarte por la espalda por algo así.
—¿Trabajarás con un vampiro entonces?—Preguntó el castaño frunciendo un poco el ceño.
Un sonido de sorpresa proveniente de Hansol alertó a todos los presentes. Jeon no dijo nada más que mirar a su asistente con ojos serios. El secretario sabía lo que significaba eso, así que no hizo más ruido que un carraspeo.
—Si tengo que hacerlo para ayudar a mi compañía a tener más acceso al público, por supuesto que lo haré.—Jeon, como en un partido de tenis de mesa, devolvió la carpeta por la mesa.
Se levantó, arreglando su traje y abrochando el botón de su terno. Él no iba a dejarse torcer el brazo, Mingyu debía firmar sí o sí.
—¿Puedo pensarlo?—Preguntó el moreno, con su traje ajustado y su cabello arreglado con gel como era de costumbre. Sus ojos parecían amables y misericordiosos, pero no demasiado inocentes como para saber que él iba a firmar sí o sí.
Wonwoo sabía eso.
El azabache asintió ante su pregunta, y posteriormente la reunión se dio por terminada.
Seungkwan y el joven Mingyu abandonaron la oficina y también el edificio.
Un poco cansado de la situación y la tensión que quedó flotando en la oficina, el muchacho dueño de aquel lugar, se sentó un momento y cerró los ojos echando la cabeza hacia atrás.—Cancela mis reuniones de hoy, lo que sea que hay que hacer, puede esperar.
Hansol lo hizo diligentemente. Pocas veces sucede algo así, pero cuando lo hacía, Jeon simplemente abandonaba unos momentos sus responsabilidades, intentando calmar y pensar de manera optimizada. Simplemente era algo que no podía manejar y debía tomarse un tiempo para eso. ¿No es así? Realizar decisiones y ya luego pensar en lo que sí debería de hacer.

ESTÁS LEYENDO
Dark Red.
FanficSentir miedo era normal. Pero no para Wonwoo. Un ser temerario, que tomaba riesgos y aventuras sin pensarlo demasiado. Astuto, perspicaz y cuidadoso, como un zorro, pero al mismo tiempo atrevido. Hasta que conoce al intimidante hombre de traje col...