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Y así fue como ambos llegaron a la convención.
Relajados, confiados, sabiendo que toda una gama de personas los estaban viendo.
La presentación de su videojuego, las novedades que llevaría. Por qué la nueva consola luego de cinco años era mejor que la anterior. Las cosas que iban a entregar. Aplausos, vitoreos, preguntas.

Al menos eso era lo que ambos chicos esperaban al pararse ahí.

Llegaron, mucha gente, muchas cosas qué atender. 

Jeon estaba asustado y nervioso, fue ahí donde Mingyu pudo notar que Wonwoo sí era un ser humano con vergüenza y miedo. Estaba más relajado que él. Probablemente porque estaba acostumbrado a estar en público.

—¡Jeon's Corp!—Fue el momento en que Wonwoo apareció ante el público con un micrófono pequeño pegado a su mejilla, casi imperceptible. 

Una pantalla presentando a su compañía y su parada incómoda. 

Wonwoo entró en pánico, y se sentía ahogado, como si estuviese a punto de vomitar en frente de todos. Sus piernas querían temblar, pero estaban tan rígidas que ni eso se permitía hacer. Sus manos sostenían unas tarjetas pequeñas con el discurso, y la pantalla se movió al presionar un botón equivocado en un aparato para cambiar las diapositivas de su presentación.
Con pánico, el azabache miró a un lado, encontrándose con una sonrisa grande de Mingyu, sus colmillos, sus ojos esperanzados, pulgares arriba, que luego se transformaron en gestos de respiración.

Tenía que hacerlo, y le estaba tomando más de lo esperado.

Hasta que claro, el cobarde muchacho parado en frente se armó de valor. 

—¡Bien!—Dijo con entusiasmo, animándose a sí mismo y haciendo un ruido con el micrófono que hizo a todos retorcerse levemente por el fuerte sonido.—Oh, lo siento. Bien, mi nombre es Jeon Wonwoo. Y gracias a Songhyon, dueño de la empresa de electrónicos, titulada: Flip electronics, hemos llegado a este enorme proyecto que ustedes podrán probar en esta convención. 

La presentación fluyó, posteriormente Kim también se unió. Y así todo iba de maravilla. 
La audiencia rió, la gente pareció convencida, y varios estaban ya intentando enterarse de cómo, cuando y qué iba a ser el juego y la consola. 
Aquella transmisión estaba llegando a muchos espectadores, y aunque la ansiedad era poderosa, no era más grande que el orgullo, o el entusiasmo que aquellos dos presentadores mostraban en aquel sitio.

Otras personas siguieron después de ellos, pero varias otras personas estaban cuchicheando sobre el juego. 

—Me va a dar un ataque de pánico en cualquier segundo, no me creo que haya hecho eso.—Wonwoo paseó, y ambos salieron de la sala donde estaba el escenario principal. 

—Lo hiciste genial... Estoy muy feliz y orgulloso. Lo manejaste increíble. 

—Gracias.—Se miraron unos segundos, mientras toda la multitud pertenecía a ese lugar, paseando, gritando, hablando, disfrutando. 

Sus ojos parecían bloquear cualquier otro tipo de distracción. Los ojos de Mingyu parecían un café derretido, y los de Wonwoo seguían siendo igual de oscuros y taciturnos como siempre. 

Qué manera de querer romper la tensión ahí mismo. 

—Deberíamos ir a comer algo.

—Sí, mejor.—Susurró Mingyu, carraspeando.

Ambos salieron un rato, buscando algo de comida rápida antes de volver a esa prisión de gente y calor. Se encontraban en el área de descanso, fue Kim quien le buscó algo de comer al muchacho y a sí mismo. 
Cuando se sentaron, se sintieron tensos. ¿Por qué? 

Dark Red.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora