6

587 66 7
                                    

Cómo siempre, la tormenta acaba y la incertidumbre también es llevada junto a esa tormenta. Al fin todo parecía estar en mejor orden. 

Hacía frío, pero ahí estaban ambos adultos jóvenes en medio de un almuerzo sucumbido bajo el silencio y las preguntas sin voz. Los sonidos de los cubiertos, de la ciudad urbana haciendo eco entre los enormes edificios, de ellos sin sucumbir ante la curiosidad, y de las calles mojadas debido a la estruendosa tormenta de la anterior noche. Sería difícil sacar un tema a flote.

—¿Estás bien hoy?—Preguntó Wonwoo llevando un pedazo de carne a su boca antes de mirar a su opuesto. 

—Estoy bien, no te preocupes.—Asintió el castaño sin prestar demasiada atención, bebiendo de un vino que Seungkwan trajo especialmente. 

—Ayer te notabas un poco... Ya sabes. 

—Lo siento, fue una noche dura. Mi madre... 

—¿Tú madre...?—Tanteó el terreno el pelinegro, sin despegar la vista del muchacho preocupado por sus siguientes palabras. 

—¿No tienes preguntas para mi?

Jeon intuyó que quería cambiar el tema, así que lo hizo. Sintió que debía aprovechar la pregunta, aprovechar las respuestas que aquel vicepresidente se vería obligado a responder. Sus manos soltaron los cubiertos y una de sus extremidades tomó la copa de vino, aclarando su garganta y el sabor de su comida. El presidente, dueño de la oficina y de todo lo que Mingyu alcanzara a ver en el lugar, asintió ante aquel cuestionamiento. 

—Tengo demasiadas preguntas. Dime cuáles son tus límites, eso me guiará también. Si cruzo la línea, está bien que me lo digas.

Mingyu no supo que responder, o siquiera si debía hacerlo. Nadie había sido tan considerado con él. Era tratado como un impuro, o como un monstruo. No había punto intermedio, con Wonwoo, sí lo había. Recibía respeto, incluso si no sabía sus orígenes. Jeon Wonwoo... Era la persona más valiente y considerada que había conocido en su larga y a la vez corta vida. 

—¿Qué pasa cuando no tienes... Sangre en un tiempo? 

—Los vampiros puros simplemente comienzan a cansarse, y luego tienen un pico de energía, se podría decir, donde comienzan a buscar presas antes de que sea muy tarde.

—¿Muy tarde? 

—Síp. Cuando no lo consiguen pronto, van muriendo de a poco. El primer síntoma es somnolencia, y luego la falta de respiración. Pero eso sucede muchas horas después. 

—Antes dijiste puros... ¿Tú no eres un vampiro puro?—El presidente sabía que era una pregunta delicada, pero aún así necesitaba tenerla, tener una conversación con quién sí podía hacerle preguntas. Estaba cansado de los artículos, noticias e información poco cualificada. Necesitaba oír respuestas de una persona que sí le pueda decir la verdad desde su experiencia y conocimientos. 

—No. No lo soy. 

—¿Tu madre sí lo es?—Mingyu asintió.—Oh... ¿Hay alguna desventaja en ser lo que eres tú...? Suena horrible, pero no sé como categorizarlo. 

—Híbrido, como un auto. 

Ambos rieron, casi a carcajadas, ninguno de los dos pensaba que una conversación podía terminar en eso, pero al menos no era tan horrible cuando lo hicieron.

—Entonces, ¿Hay desventajas en ser híbrido?—Reformuló la pregunta el azabache. 

—Algunas, sí. Me hace daño beber de muestras, generalmente necesito hacerlo desde personas directas... Esto es más personal, pero crecí en familias que me odiaban o que no sabían como tratarme porque no soy cien por cien nada. Sólo soy un cincuenta y cincuenta. No cumplo con todos los requisitos de ninguna de las dos partes.—Ambos se sonrieron, Mingyu con honestidad, y Wonwoo con más lástima que otra cosa. 

Dark Red.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora