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Los dos reunieron a sus padres en una sala de conferencias. Era el nuevo proyecto. 

Se vistieron bien, y esa misma tarde luego del trabajo se ubicaron para hablar de la fusión de empresas. Quizá era decisión apresurada, pero, el juego estaba por salir, sus caminos se iban a apartar uno del otro. Era mejor plantear un futuro adecuado a las expectativas de personas que llevaban más tiempo en el campo.

—Bien, seré directo.—Dijo Wonwoo soltando un suspiro y juntando sus manos.—Queremos fusionar las empresas... Creo que debemos hacerlo si queremos seguir haciendo buenos proyectos. Ambos tenemos convenios con otras empresas y tratados comerciales. Creemos que las acciones y los departamentos son compatibles unos con otros. Así que, es eso. Queremos unirnos.

Silencio en la sala, Mingyu y Wonwoo estaban mirando a sus padres y suegros rápidamente. Los padres se miraron entre sí, y suspiraron, sabiendo que estaban lidiando con jóvenes emprendedores que no tenían mucha experiencia como ellos. 

—¿Están seguros de esto? ¿Qué pasa si ustedes se separan? ¿Habrán diferencias? Piensen que también están en juego el trabajo de miles de personas.—La señora Jeon con seriedad, pero con una sonrisa en el rostro. Estaba preocupada por los efectos adversos, pero la felicidad en su rostro delataba que sí era una buena idea para las dos empresas. 

—Hablamos con nuestros abogados... Yo... Al menos yo, no me veo sin Mingyu a mi lado haciendo todo esto. Y también sé que no es bueno unir casa con trabajo, pero, nuestra relación ha estado en ambos lados. Debemos aprender a hacer eso, combinar los dos. Combinar nuestras habilidades para esto.—Wonwoo habló firmemente.

—Wonwoo y yo hemos estado sólo meses juntos, pero nunca me había sentido tan seguro... Ni siquiera mi padre me ha guiado tan bien en estos caminos como Wonwoo. Quiero seguir así, aprender mutuamente, y también lograr cosas grandes combinando trabajos. Creo que suena bien para nosotros.—Ambos se miraron, y luego dirigieron sus ojos hasta su reducido público. 

—Háganlo.—El señor Kim habló, llamando la atención de todos los presentes.—Si ustedes se creen capaces de hacerlo, háganlo. Pero, deben prometerme, que si necesitan ayuda nos pedirán consejos. Y además, lo harán muchos meses después de la salida del juego. ¿Entendido? 

Los dos asintieron, y luego las dos madres de ambos lados asintieron dando aprobación. Habían sido convencidos luego de mucho rato hablando de números, pros y contras, problemas y facilidades. Los dos finalmente se llevaron una victoria empresarial interesante. 

El día terminó. Todos se dispersaron excepto por la pareja de tórtolos. Se quedaron en la oscura sala de conferencias por unos treinta minutos más de lo que debían.

Wonwoo estaba sentado en la mesa, mirando por el ventanal, la noche era bella. La luna estaba menguante, y parecía una linda sonrisa. Mingyu se sentó a su lado, y luego lo miró.

—¿En qué piensas?—Susurró Kim.

—En lo mucho que he cambiado. Incluso si mi padre ha vuelto, y mi hermano parece incluso más cercano a mi... Siento que todo sigue cambiando constantemente. Tú, la empresa, mi familia. ¿Acaso en algún momento me cansaré de los cambios?—Wonwoo frunció el ceño, mirando la luna y soltando un angustiante suspiro. 

—No lo creo. Siempre has sido resiliente. Desde pequeño, ¿No? Tu padre, el divorcio, tu hermano apartándose y dejándote solo luego de tú haberlo cuidado y protegido toda tu vida sin nada a cambio. La empresa que tuviste que heredar por naturalidad. Tu madre sin inteligencia emocional alguna... Won, te adaptas al cambio sin darte cuenta. Lo haces sólo porque es un obstáculo que aceptas tomar. No siempre estaremos consciente del cambio hasta que lo veamos como un progreso. 

Dark Red.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora