Volver al trabajo con la presión de un ser querido enfermo, era el peso que llevaba Wonwoo en sus hombros en esos momentos.
Sentía preocupación constante.
Un lunes normal, una semana luego de que su mamá fuese internada y le realizaran una cirugía de emergencia justo el día anterior. Sin duda no habían sido días livianos para el muchacho azabache. Y nadie estaba ayudando a su estrés. Parecía que el universo parecía querer verlo amargado y enojado con todo el mundo.
La oficina parecía vivir bajo aquel martirio.—¡Dije que no debían hacer esa parte! Necesito el diseño para mañana. ¿Entendido?—Wonwoo se paseaba con una mirada amenazadora y voz grave y alta. Estaba molesto.
—Hey, Wonwoo. ¿Podemos hablar en tu oficina?—Sugirió Mingyu luego de presenciar aquel grito hacia los empleados encargados del diseño y guión.
—Sí, claro.
Ambos llegaron a la oficina. El cierre de la oficina con el seguro puesto, fue una advertencia para todos los del exterior que no debían entrar. Un suspiro profundo y dos hombres adultos en aquella oficina que parecía más desalmada que nunca.
Jeon no había recibido noticias de su progenitora en muchas horas, a cada sonido que su móvil emitiera, él revisaba y su enojo subía más y más cuando se trataba de aquella falta de noticias sobre su madre.—Estás actuando como un loco allá fuera.
—¿Tú no lo harías en mi posición?
Ninguno habló, Jeon se había frustrado, echando hacia atrás sus cabellos y subiendo sus lentes por su nariz.
—Supongo que sí, papá no es tan vital como solía ser. De mamá no debo preocuparme... Pero ya sabes.
—Mingyu, en serio me sacas de mis nervios.
El recién nombrado, se acercó con cautela, sonriendo de lado y quedando lo suficientemente cerca de aquel azabache audaz, como para recorrer sus gestos, y tomar su mentón, alzando su vista.
—Mentira, pero bueno. Todo podemos permitirnos una mentirita blanca ¿No?
—¿Estás drogado, maldito vampiro enfermo?—Wonwoo se sintió extraño. No estaba acostumbrado al contacto con su socio. Era ridículo.
—No, pero era para que dejaras de pensar en lo enojado que estás con el mundo y sólo lo centres en mi.—El muchacho se encogió de hombros, y se apartó del de anteojos, indiferente a lo que había pasado anteriormente.
Una alarma sonó el teléfono de Mingyu, soltando un suspiro. Se apartó un poco y del abrigo que había dejado en la oficina de Wonwoo, sacó un frasco alargado donde había una muestra, la bebió rápidamente. El azabache se vio disgustado bajo esa acción.
Aún no se acostumbraba a ciertas actitudes del muchacho con el que trabajaba. Alarmas para la hora de la "comida", avisos constantes, visitas con su madre seguido, conversaciones privadas que no eran relacionadas de la empresa, con su asistente. Palabras clave algunas veces, y momentos a solas que Kim necesitaba para sí mismo.
Él era una lista de misterios que Wonwoo como el audaz que era, quería resolver.—¿No te hacen daño esos frascos?
—Lo hacen... Pero haría daño a los demás si no hago algo. Prefiero morir yo antes que alguien más por mi culpa.—El castaño miró la muestra vacía, sintiendo dolor estomacal casi instantáneamente luego de beberla. Cada vez se volvía peor beber de ellas.
Antes sólo era dolor de garganta y un pequeño mareo. Sin embargo, ahora podía incluso quedar deshidratado o en un dolor de estómago insoportable. El caso se volvía peor, y peor.
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Dark Red.
FanfictionSentir miedo era normal. Pero no para Wonwoo. Un ser temerario, que tomaba riesgos y aventuras sin pensarlo demasiado. Astuto, perspicaz y cuidadoso, como un zorro, pero al mismo tiempo atrevido. Hasta que conoce al intimidante hombre de traje col...