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—Firme aquí, y aquí, y aquí, para poder confirmar esto. 

Wonwoo y Mingyu estaban ahí, firmando papeles. 

Estaban sólo ellos dos y sus abogados, en una sala de conferencias. 

Las oficinas finalmente se estaban fusionando, los accionistas estaban un poco perplejos por la rápida decisión de los CEO's en unir todo, pero finalmente fue cosa de moverse adelante y hacerlo realidad. 

Los meses transcurren rápido, y el videojuego había sobrepasado las ventas estimadas por los asesores que habían contratado. Estaban cubriendo más de lo que era en el gasto de creación del producto. Contentos y satisfechos, seguían produciendo cambios en el sitio. 

La reunión y la decisión ya estaba hecha. Los dos muchachos, ya pareja y dueños de la empresa ya unificada, salieron del edificio grande. Irían pronto a casa. Aquel día había sido suficientemente ajetreado como para darlo por finiquitado en cuanto a lo laboral. 

—Ugh, sólo quiero llegar a casa.—Anunció Wonwoo mientras abrochaba su cinturón y encendía el motor del auto.

—¿Quieres que me quede contigo? 

—Pensé que ibas a cenar con tus padres.—Dijo el azabache mientras lo miraba confundido.

—Me cancelaron.

—¿Tus propios padres te cancelaron? Mierda, que golpe bajo.—Rió burlonamente el azabache. 

—Muy chistoso, ajá. Mi padre quiere pasar tiempo con sus amigos y mi madre ni siquiera tenía ganas de salir.—Se encogió de hombros sin pensarlo mucho. 

—Ustedes son muy independientes. Yo solía pasar siempre tiempo con mi mamá. 

—Ya, pero ustedes son un mundo distinto.—Kim sonrió mientras suspiraba pesado.—Tu madre es mucho más alegre y cariñosa que la mía. Tu hermano es simpático a su forma... Yo apenas hacía un desastre y era el fin de mi vida. 

—Bueno, te doy el punto.

Ambos rieron bajo y salieron del estacionamiento, encaminando el trayecto hasta el hogar del azabache. 
El tráfico era atochado, así que claramente se demoraron un poco en volver a casa. Pese a eso, ninguno de los dos parecía molesto por lo mismo. Estaban simplemente pesados con tanto ajetreo en la oficina, quizá la paz de estar estancado en un tráfico simplemente era bueno. 

Pero no, su optimismo era completamente erróneo. 

Aceleró en la esquina de un semáforo, justo cuando alguien por la parte derecha aceleraba también con luz roja. Wonwoo frenó por instinto, y Mingyu sostuvo su pecho al notar el gran freno. El hombre de la derecha también había frenado, pero estaban a centímetros de haber chocado. Jeon estaba molesto, y Kim lo podía notar.

—Hey, ya pasó, no te bajes.—Dijo Mingyu mientras veía como su novio se desabrochaba el cinturón.

—¡No es mi culpa! ¡Yo estaba en verde!—Mingyu suspiró y miró a su novio.

—Ya lo sé, sólo deja de preocuparte.—Ambos se miraron, las bocinas de los otros autos sonando y reclamando mientras el conductor del otro auto se bajaba y alzaba las manos bastante molesto. 

—Sólo vámonos, tú no cruzaste con rojo, no le debes nada a este cretino.—Mingyu siguió mirando el alrededor, y el conductor simplemente rodeó el altercado y salieron victoriosos del encuentro. 

El resto del camino Wonwoo criticó a la gente que recibía licencias de conducir incluso cuando no sabían hacerlo bien, de las señalizaciones, entre otros. Mingyu no pronunció ni una sola palabra. 
Llegaron a la casa, y Jeon estaba a punto de despotricar contra lo difícil que era salir de la oficina a esa hora. 

Dark Red.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora