TRADUCCIÓN_Araña interna_COMPLETO

16. Superhéroes

Penny no se sentía pequeña a menudo. No desde que obtuvo sus poderes. La mayoría de los días se sentía fuerte. Seguro. Poderoso. Antes de la mordedura, a menudo se sentía vulnerable. Como si pudiera lastimarse tan fácilmente. Y sí, tomó el transporte público para ir a la escuela y, a veces, tuvo que lidiar con hombres espeluznantes y gritones y, a veces, había matones en la escuela ... por lo general, no había sentido miedo, exactamente. Solo ... a veces la había golpeado. Ella era pequeña. Ella era una niña. Ella era vulnerable. Pero no después del mordisco. Después de la mordedura, no se había preocupado por caminar sola a casa o tomar el metro. Claro, los escalofríos todavía existían. Y sí, a veces se sentía incómoda. Pero sin miedo. No pequeño.

Ahora, cuando entró en lo que parecía ser una sala de estar normal llena de superhéroes, se sintió pequeña. Chiquita. Vulnerable. Eclipsada por las personas que se volvieron en sus asientos para mirarla, con los ojos muy abiertos y las cejas levantadas. A su lado, Natasha le puso una mano suave en la espalda, frotando el pulgar de manera reconfortante.

Penny había pensado que la sala de estar de Tony Stark y los Vengadores se vería como la portada de una revista. Como algo salido de una película de ciencia ficción o tal vez de HGTV ... no estaba segura. De cualquier manera, ella no se lo había imaginado. No había imaginado sofás hermosos pero cómodos con mantas echadas sobre el respaldo o una mesa de café cubierta de tazas desparejas ... tazas de café y vasos de diferentes alturas y una sola botella de agua reutilizable. En un sofá frente al gran televisor montado en la pared, en el que estaba segura que Mario Kart estaba en pausa, el Capitán América, el Halcón, Hawkeye y Scarlet Witch tenían controles remotos de Wii en sus manos.

Junto a ese sofá había otro en el que se había puesto un libro al revés para marcar una página, y al lado, una manta sobre el brazo del sofá. Y frente al sofá casi vacío había dos sillas, una mesa de café en el medio, donde se sentaron Thor y Bruce Banner, que parecían haber hecho una pausa en medio de la conversación. Penny pudo ver una estantería en la esquina donde había otro sofá de dos plazas y una silla, y había una barra completamente equipada en el otro extremo de la habitación, con taburetes. Más allá, pudo ver un comedor con un mostrador, junto con más taburetes, y una mesa que parecía acomodar a todo el equipo de los Vengadores y algo más.

Steve fue el primero en reaccionar ante su presencia, deteniendo el juego.

Se puso de pie, dejó el control remoto y se acercó, luciendo preocupado. "Hola, Penny." Miró a Natasha y luego sonrió a Penny. "No esperábamos compañía o hubiéramos limpiado". Lo dijo como una broma, pero su voz era casi seria. "¿Está ... está todo bien?"

"Penny se queda aquí esta noche". Por la forma en que Natasha lo dijo, sonó como si algo hubiera sucedido. Algo malo. Algo peor que lo que realmente había sucedido. Pero no dio más explicaciones y Penny no tenía idea de cómo explicarlo, así que solo sonrió un poco, luego bajó los ojos al suelo y sintió que se le calentaban las mejillas. Ella no quería imponerse. No quería que los Vengadores reales tuvieran que detenerse y adaptarse a su presencia. Pero Steve extendió la mano y le tocó el hombro.

"Bueno, es bueno verte de nuevo. ¿Por qué no vienes y te sientas?"

"Oh ... no quiero ..." Ella se calló mientras él la guiaba hacia adelante, dejándolo guiarla hacia el sofá vacío mientras los demás fingían no mirar, Natasha la seguía de cerca. La espía se sentó junto al libro, lo recogió y lo colocó en el brazo del sofá encima de la manta, y Penny se sentó con cautela a su lado, tratando de no mostrar en su rostro que le dolía. Lamentablemente, había al menos dos espías en la habitación, por lo que dudaba que estuviera engañando a alguien. Aun así, intentó no parecer demasiado rígida mientras se sentaba, pero una punzada de dolor en el costado la hizo estremecerse.