TRADUCCIÓN_Araña interna_COMPLETO

28. Regalos de Navidad

Llegó el día de Navidad y, para sorpresa de Penny, May no devolvió todos los regalos que le había hecho. Los dos se despertaron temprano como siempre, compartieron una taza de chocolate caliente y se envolvieron los hombros con mantas mientras Penny repartía los regalos. Su tía se sentó en su silla, acurrucada en su manta, tomando un trago de su chocolate caliente y sonriendo ante la creciente pila de regalos a sus pies. "Penny ..." May comenzó a regañar, pero Penny solo sacó y colocó otro regalo en la pila de su tía. Había ahorrado su mesada y cualquier otro dinero que pudiera juntar para conseguirle a su tía más regalos de los que había tenido antes, posiblemente porque estaba tratando de compensar el hecho de que Ben no estaba allí para conseguirle regalos, o posiblemente debido a la culpa que se sentó en su pecho como un peso físico.

Los regalos eran todos pequeños. Una nueva taza de café llena de bombones. Un suéter. Calcetines gruesos y cómodos. Pendientes nuevos. Una novela. Una tarjeta de regalo para su cafetería favorita. Pero los había envuelto todos individualmente para que May pudiera tener tantas cosas para abrir como fuera posible. Era lo que Ben siempre había hecho por ella ... le compraba tres camisetas y las envolvía todas en cajas diferentes. Un año, le había comprado un paquete completo de calcetines peludos y los había empacado en seis bolsas diferentes, algo que la había hecho reír y poner los ojos en blanco en ese momento, pero que ahora le daba ganas de llorar.

Desde mayo, Penny recibió ropa y zapatos nuevos, que siempre podría usar. Una bufanda que inmediatamente se envolvió a sí misma. Una tarjeta de regalo. Y, la gran sorpresa, un teléfono nuevo, más un estuche.

"Puede ... no tenías que ..."

"El anterior apenas se mantuvo cargado durante unas horas seguidas, y la pantalla era un desastre. Solo ... ¿ten cuidado con este?"

"¡Lo haré, lo prometo!" Penny lloró, abriendo el paquete y sacando su nuevo teléfono Stark. "¡Gracias!" Se puso de pie, rodeando a May con los brazos, que la abrazó y presionó los labios contra el cabello de Penny. "Te quiero." Penny susurró y May la apretó un poco más fuerte.

"Yo también te amo, bebé. Tanto. Pase lo que pase. No lo olvides nunca".

Penny quería decirle que tenía la cabeza apoyada contra el costado de la de May. Quería contarle a May lo que había estado haciendo. Quería decirle la verdad. Pero ella nunca la perdonaría. Penny no podía imaginarse diciendo las palabras en voz alta. No podía imaginarme realmente formando esas palabras y tratando de explicar. Su tía acababa de perdonarla por escabullirse ... y estaba tan enojada. Penny no podía imaginar lo enojada que estaría si supiera que Penny le había estado mintiendo durante tanto tiempo.

Después de limpiar, Penny bebió más de su chocolate caliente y las dos comenzaron a guardar sus cosas nuevas. Esa noche, para la cena, Penny la ayudaría a hacer el pavo que había servido, y puré de papas y guiso de judías verdes, como antes ... como cuando Ben estaba vivo. Era una de las muchas tradiciones que mantenían vivas ... una de las formas en que recordaban a su tío, incluso cuando Penny pensaba que solo quería dejar de recordar tanto ... dejar de recordar esa noche.

La pelea. La sangre. El disparo.

Fue un pensamiento que Penny hizo todo lo posible por apartar.

Después de que todo estuvo limpio, May dejó que Penny fuera a casa de Ned porque era Navidad y ella era, como Penny proclamó una y otra vez, la mejor y más indulgente tía del mundo. Eso hizo reír a May, y besó la mejilla de Penny, diciéndole que regresara antes de la cena. Penny salió corriendo por la puerta, arrojando su bolso sobre su hombro, el regalo de Ned en su bolso. Bajó corriendo las escaleras, luego saltó de los escalones de la entrada del apartamento, miró a ambos lados y cruzó la calle a toda velocidad. El aire era fresco y hermoso y, a pesar del hecho de que hacía frío y había pequeños copos de nieve flotando en la calle, era increíble estar afuera de nuevo.