Capitulo 36

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Capítulo 36

 

-Aaaahh—se quejó él cuándo le pegue mi puño en el rostro—

-No creas que eres el único hombre en el mundo lobo, porque no es así—voltee y continué caminando por el verde césped del gran jardín—

-Claro que no, en tu vida yo no era el único y en tu cama tampoco. Estaba ¿Cómo le llamas? ¡Ah sí! “Chen Chen”—dijo tajante y voltee otra vez—

-¿De qué hablas?—dije frunciendo el ceño sin entender lo que decía—

-¿Qué de que hablo? No te hagas que sé muy bien que te acostabas con el mientras yo estaba de viaje.

-¿Qué? Yo no me acosté con Chen. Genial, ahora me acusas de ser infiel cuando fue a ti a quien encontré besando a otra y encima de eso te besuqueas y manoseas con todas las zo**as que te pasan por en frente en la universidad—Me acerque más a él enfrentándolo cara a cara—

-No mientas ¡Maldita sea!—me grito en la cara— Yo vi cuando entro a tu departamento y no salió hasta el otro día, también escuche cuando le decías  “Gracias por quedarte toda la noche conmigo, la verdad no me hubiera gustado estar sola”—dijo alterando un poco su voz y haciendo ademanes, lo miraba irritado y al fin entendía el porqué de sus acciones—

-Haz malentendido todo, Chen paso la noche conmigo pero no como tú piensas. El solo quería protegerme—baje mi tono de voz—

-¿Protegerte? ¿Protegerte de qué? ¿De mí?—dijo alzando su voz—

-De Baekhyun, el otro día lo encontré en la calle y quiso hacerme daño. Chen estaba pasando por allí y me ayudo, si no hubiera sido por él no sé lo que me habría pasado—Expliqué lo que había sucedido—

-Baekhyun…Por favor ¿No pudiste inventar otra historia? Ese tipo se fue de viaje después de que salió del hospital, lo sé porque mande a alguien a vigilarlo—Dijo sin creer una sola palabra de lo que le dije—

-Pues te informaron mal…Luhan,  yo nunca te engañé con Chen—Puse mis manos en sus mejillas y mi voz se quebraba—Yo te…te lo juro—Iba a decirle que lo amo pero sentí miedo cuando lo mire a sus ojos y estos reflejaban incredulidad—

-No te creo—Aparto mis manos de su cara—

Entendí que sería inútil hacer que me crea, el no confiaba en mí. Caminé rápido hacia la salida y cruce entre las personas con un nudo en mi garganta.

-¡_____! ¿A dónde vas?—Mei Rin me detuvo—

-Lo siento Mei Rin pero ya tengo que irme—Esquive la mirada y salí casi corriendo del lugar sin permitirle si quiera decir nada—

-Señorita Silver ¿Paso algo?—Tao el guardaespaldas corrió hacia mi preocupado—

-No pasa nada, no te preocupes. Vámonos de aquí, ya estoy cansada—hice una mueca intentando sonreír—

Subí al auto, mientras Tao conducía yo estaba en la parte trasera sintiendo que me asfixiaba con tantas cosas dentro de mí. Me sentía tan mal al saber que todo esto pasó por un malentendido y que Luhan no era capaz de confiar en mí.

-Detente—dije a Tao que conducía—

-¿Cómo dijo?—miro por el espejo retrovisor confundido—

-Detente por favor—repetí otra vez con más claridad—

-¿Aquí? Pero si no hay nada por aquí señorita—seguía confundido—

-¡Detente!—grite—

Él se detuvo y yo salí del auto, ya no aguantaba más, tenía que hacerlo. Camine unos pasos y mi respiración estaba algo agitada…finalmente lo hice.

-Aaaaaaaaaaaahhh—grite a todo pulmón en medio de la carretera—

No aguantaba más, tenía que hacerlo o me habría dado un infarto. Sentí como alguien me sostenía pero yo seguía gritando.

-Aaaaaaahh….Aaaaaah— tenía que sacar todo lo que tenía acumulado dentro. Las lágrimas salían una detrás de otra haciendo que se corriera mi maquillaje y sentía una fuerte presión en el pecho que me hacía sentir miserable.

-Señorita Silver cálmese, por favor—Tao me sostenía y caí al suelo de rodillas—

Minutos después me calme, Tao me subió al auto y me llevo a un lugar alto de donde se podía ver toda la ciudad. Dijo que era un buen lugar para descansar del mundo y respirar aire puro.

-Lo siento…Por hacer que presenciaras esto. Es que…no aguantaba más—Decía mirando  toda la ciudad—

-No se disculpe señorita, a todos nos pasa en algún momento de nuestras vidas. De hecho cuando estoy de mal humor o siento mucha presión suelo practicar artes marciales hasta el cansancio tratando de sacar todo lo que hay dentro de mí. Supongo que algunos golpeamos algo muy fuerte y otros gritan en medio de la carretera. Cada quien tiene su propia manera de liberarse—Las palabras de Tao me hicieron sentir comprendida—

-Por favor no me trates de usted, me haces sentir como una señora de 70 años—Lo observe mejor y pude darme cuenta de que además de joven es muy apuesto—

-No sé si sea correcto señorita, trabajo para usted y no creo que a sus hermanos le agrade la idea—dijo de manera tímida—

-Naaa a mis hermanos no les importa, eres mi guardaespaldas y yo soy la que decide que hacer contigo así que si sigues llamándome de usted serás despedido—Lo amenace (En broma claro)—

-Está bien señorita…Digo, está bien _____.

-Así está mejor—Sonreí—

-Deberías sonreír más, la cara se arruga cuando lloras—Esas palabras me hicieron recordar a Luhan, él también decía lo mismo—

-Lo siento ¿Dije algo malo?—negué con la cabeza—

-No te preocupes, es solo que alguien me dijo lo mismo una vez—mire al frente—

-Pues yo pienso que las mujeres se ven más bonitas cuando sonríen—dijo al sonreír—

Estuvimos mirando el paisaje nocturno de la ciudad en silencio por un largo rato, era agradable estar apartada del resto del mundo. Por otro lado nunca pensé que encontraría un nuevo amigo en mi guardaespaldas.

Apuestas peligrosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora