Apuestas peligrosas

Capitulo 21

Capitulo # 21

 

Salí de mis clases y me dirigía a la salida cuando la vi con ese tipo, ella le sonreía y estaban muy cerca casi a punto de besarse, sentí como mi sangre ardía, no soporto verla con ese tipo y mucho menos que le sonría o que el la toque. No lo pensé dos veces y me la lleve lejos de él, ella es mía y no permitiré que tomen lo que es mío, eso se lo deje muy claro cuando la lleve a esa bodega.

La verdad no tenía pensado hacer eso pero ella me provoco, además esa falda que tenía puesta hizo que perdiera la razón. Y el deseo de poseerla otra vez sobrepaso mi límite. No quería apartar su cuerpo del mío, quería que siguiera pegada a mí el resto del día pero la maldita llamada de ese imbécil hizo que se arruinara todo. Realmente me molesto que ella le dijera que lo quiere, después de lo que acababa de pasar lo más lógico era que me lo dijera a mi como lo haría cualquier otra mujer en su lugar. Pero juro que eso cambiara, ella terminara diciéndome que me quiere a mí y me rogara porque la haga mía una vez más.

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No tenía ganas de quedarme en la universidad a esperar a Elisa ni mucho menos platicar con Chen, necesitaba pensar en lo que estaba haciendo, me sentía mal porque ya no era la chica que sabía controlar sus emociones, ahora estoy muriendo de deseo por alguien que solo le gusta mi cuerpo, necesitaba tomar aire…distraerme un poco. Empecé a caminar sola por la calle y solo pensaba en Luhan, tal y como él me lo había dicho no podía sacármelo de la cabeza, todos y cada uno de mis pensamientos le pertenecían a él.

De pronto escuche el rechinar de unos neumáticos  y vi un auto que se venía encima de mí, luego sentí un fuerte golpe en la cabeza y lo último que recuerdo fue la voz de alguien que me preguntaba si estaba bien.

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Sus manos eran suaves cuando acariciaba mi cabello, su sonrisa tan cálida como lo eran sus abrazos,  estar sentada en su regazo era más cómodo que cualquier asiento en el mundo y no había cosa mejor que dormir acomodada en su pecho.

Sentada en el suelo jugando con mis muñecas observaba como cocinaba los pasteles que tanto me gustaban. Ella los hacía de chocolate porque era el favorito de papá, él llegaba a casa y antes de irme a dormir siempre compartía su rebanada de pastel conmigo, luego me mandaba a cepillarme los dientes y cuando me acostaba en mi cama me daba un beso de buenas noches.

Un día, antes de salir  a trabajar papa me dio un pequeño Kiss (chocolate). Me dijo que era su pequeña princesa y luego de darme un beso se fue. Suho perseguía a Kai por toda la casa, ambos corrían como caballos y sin querer Kai término chocando conmigo haciendo que se me cayera el chocolate al suelo,  Suho lo piso sin darse cuenta y yo empecé a llorar, mama me cargo en sus brazos y empezó a cantar una canción logrando que me calmara e hizo que Kai y Suho se disculparan conmigo. Después de eso nos hizo galletas recién horneadas y los tres nos sentamos a comerlas.

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Sentía una suave mano acariciar mi cabello y poco a poco abrí los ojos.

-¿Mama?-dije  al tener presente el dulce recuerdo de mi madre.-¿Qué me paso? ¿Quién es usted?-dije al ver una señora frente a mí que se veía muy preocupada.