Cap. 26
-¿Quién era?-dijo con su hermoso cuerpo desnudo sobre mi cama. No podía haber escultura mejor tallada que esta en todo el mundo.
-Era Elisa, dijo que se quedara con Lay esta noche.-le respondí.
-Entonces me quedare contigo, no quiero que estés sola.-esas palabras me hicieron sonreír de manera inconsciente.
-Mira lo que encontré.-balancee el sirope de chocolate en mis manos y le sonreí pícaramente.
-Soy todo tuyo.-dijo con una gran sonrisa abriendo sus piernas.
Derrame chocolate liquido sobre todo su miembro, puse el frasco a un lado y lo tome con ambas manos sintiendo como se ponía más duro. Me imagine que iba a comer un delicioso caramelo, lo introduje en mi boca y lo saque…no era tan malo después de todo. Le di unas pequeñas lamidas y volví a meterlo a mi boca.
-uumm, vas bien…continua.-dijo en un susurro.
Yo lo entraba y sacaba de mi boca, disfrutaba del chocolate y me excite más cuando lo oía gemir al sentir mi lengua pasar por su duro miembro.
-Comételo entero preciosa, es todo tuyo.-su voz estaba algo ronca debido a lo excitado que estaba.
Utilizando mis manos empecé a masajear sus testículos y él puso sus manos en mi cabeza, empujaba levemente sus caderas hacia arriba y abajo para que su miembro entrara más en mi boca, yo lo note y puse más empeño en lo que hacía. El jadeaba y yo acelere más sintiéndome con poder sobre él.
-¡Oh cielos!-dijo con su voz entrecortada y empujo mi cabeza apartándola de él, llego a su clímax y derramó su cremoso liquido sobre las sabanas.
-¿Y? ¿Qué tal lo hice?-le dedique una pícara sonrisa viéndolo respirar agitadamente.
-No está mal para ser tu primera vez.-su respiración empezaba a ser regular otra vez y me miro con deseo, con intenciones de seguir.
-¿Sabes? En el cuento dice que el lobo se come a la caperucita pero quedo claro que puede ser al revés, deberían cambiar esa parte.-reí boca arriba a su lado en la cama. Me sentía capaz de todo, me sentía poderosa.
-Pues el cuento no va a cambiar caperucita porque este lobo te va a comer completa.-tomo el sirope de chocolate y lo derramo sobre mis senos.
-uy, que miedo tengo. El lobo me va a comer.-dije juguetona.
-Pues deberías tenerlo caperucita.-con su dedo me unto chocolate en mis labios.
-Uuummm que rico.-pase mi lengua por mis labios y saboree.
-Te ves deliciosa-se puso encima de mí, se mordió el labio inferior y nos miramos a los ojos.
-Que ojos tan lindos tienes.-dije como en el cuento.
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Apuestas peligrosas
Romance¿Apuestas? ¿Qué estás dispuesto a apostar? ¿Te atreverías apostar tu amor? Pues yo lo hice, aposte a que el no ganaría mi amor. Cuando empecé a repartir las cartas sobre la mesa estaba confiada que ganaría el juego pero él jugaba tan bien o mejor qu...