Capitulo 3

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Cap. # 3

 

-El Growl, um es pasable y parece que viene mucha gente.-dije viendo el lugar todavía en el auto.

-No se puede entrar sin reservación cariño, este lugar tiene el mejor barman de la ciudad.-dijo Elisa estacionándose.

Salí del auto y obtuve dos clases de miradas. Las miradas asesinas de las mujeres y las miradas de deseo de los hombres, nos acercamos a la extremadamente larga fila, pero no para ponernos en la cola sino para llegar hasta el guardia de seguridad que estaba en la entrada.

-¿Algún problema señoritas?-decía el hombre alto, calvo y corpulento mirándonos a ambas de arriba abajo.

-No, estamos aquí para ver al lobo.-dijo mi amiga con tono seductor.

-Esperen un momento.-hablo por su trasmisor y en dos minutos volvió a dirigirse a nosotras.

-Pasen él las está esperando, Armando las llevara.-hizo señas y le indico a un chico probablemente latino que nos llevara hasta él. Algunas personas que estaban afuera se quedaron reclamando que los dejaran pasar igual que a nosotras, al parecer si era un buen lugar.

Caminamos entre las personas que bailaban la música electrónica hasta llegar a la parte trasera, pasamos una puerta y luego un corto pasillo. Armando nos abrió una puerta y se marchó.

-¿Lista?-asentí respirando hondo.

Ambas entramos y nos encontramos con un elegante lugar, lo mejor fue hacerle caso a Elisa y haberme puesto ese vestido, si me habría puesto lo que tenía pensado estaría pasando vergüenza. Lo vi sentado en la mesa de juego y camine hacia el con pazos seductores y con todo el glamour posible.

-Buenas noches caballeros.-salude, mire a sus ojos y pude notar la mirada de la que hablaba Elisa hace un rato.

-No pensé que vendrías “Princesita”.-esa palabra choco en mis oídos y me hiso responderle de la misma manera.

-Tenía que terminar el juego “Muñequito”.-Uno de los señores que estaban sentados y Elisa se rieron  por debajo y note como arrugaba su frente por el enojo.

-Pueden tomar asiento, el juego estaba a punto de empezar.-hiso una sonrisa con mueca y nos sentamos. Yo de manera sensual comenzando así mi propósito de la noche.

Repartieron las cartas y empezamos a jugar, las apuestas empezaron con 500 dólares, pasaron a 1,000, luego a 2,000…Yo estaba de suerte, pero no podía negar que el muñequito de porcelana sabía cómo jugar. Yo le hacía miradas provocativas acompañadas de algunos roces en su pierna por debajo de la mesa que lo ponía algo nervioso, estoy casi segura que debajo de su pantalón había algo bastante listo para jugar. No soy experta en estas cosas pero creo que estaba alcanzando mi objetivo.

Cuando eleve las apuestas a 2, 500 algunos decidieron retirarse quedando así Elisa, un señor con bigote y sombrero, el muñequito y yo.

El muñequito me sonrió dejándome confundida y decidió elevar la apuesta a 3,000 dólares, Elisa y el señor del bigote decidieron retirarse pero yo me quede aceptando la apuesta ya que mi juego era bastante bueno. Para finalizar el mostro su juego con una amplia sonrisa en su rostro dejando ver.

-Póker.-exclamo sonriente.-Acabas de perder “Princesita”.-dijo de manera burlona.

-Escalera de color.-dije deslizando las cartas en el área verde quitando su  sonrisita de sus lindos y deliciosos labios.

-¿Qué? Eso no puede ser posible-dijo sin poder creer lo que veía.

-Dijiste que fuera a jugar con muñecas y eso hice, estuve todo este tiempo jugando con un Mu-ñe-qui-to.-dije en sílabas bien marcadas.

Recogí los billetes de encima de la mesa y los puse en mi bolso, camine  hacia él lentamente y me acerque a su oído.

-Me encanto jugar contigo muñequito.-dije para luego pasar mi lengua por su oreja y marcharme.

…………….

…………….

No puedo creer que mis estúpidos deseos sexuales me hicieran perder el juego, cada vez que me miraba de esa forma y pasaba su pie por mi pierna mi miembro saltaba queriendo llegar hasta su vagina para hacerla gemir y suplicar por más. A pesar de que tenía un buen juego no me concentre lo suficiente y ella termino ganando 3,000 dólares más la satisfacción de llamarme “Muñequito” y provocar que mi cólera acabara conmigo.

La muy maldita no se conformó con tenerme incomodo en todo el juego y ganarme que para rematar se acercó a mí con su vestido provocador y paso su lengua por mi oreja haciendo levantar mi amigo escondido en mi pantalón otra vez. Cuando salió de allí entro mi amigo Chanyeol preguntándome que tal había estado el juego y mi erección bajo de inmediato al recordar que por primera vez en mucho tiempo había perdido un juego.

-Me gano, maldita sea.-dije dejando caer mi puño sobre la mesa.

-¿Qué? ¿Te ganaron?.-dijo Chanyeol sorprendido.

-La maldita princesita que acaba de salir, la del maldito vestido rojo me gano 3,000 dólares.-dije apretando los dientes.

-Woaaa no puedo creer que una chica como esa le ganara al lobo.-decía con su boca abierta.

……………

……………

Estaba brindando con Elisa mi gran triunfo de la noche, después de tomarnos varios tragos alguien la invito a bailar y ella accedió dejándome sola en la mesa. Tomaba un sorbo de Cosmopolitan cuando de pronto fui tomada por el brazo bruscamente y dirigida a un lugar algo apartado de las demás personas.

-Quiero la revancha.-pidió aquel como un lobo feroz.

-Cuando quieras.-dije sonriéndole mirando su boca.

-Esta noche ganaste por pura suerte de principiante, pero te aseguro que para la próxima no tendrás esa suerte.-dijo firmemente rosando mis labios.

-Y yo espero que para la próxima te pongas menos nervioso cuando pase mi pie por cerca de tu amiguito.-mire hacia abajo.

-No me provoques princesita, el lobo feroz te podría comer.-sonrió maliciosamente.

-¿Enserio? Baje la mano hasta su miembro y lo sentí bastante duro. Me pego a él haciéndome sentir su miembro duro presionando mi cintura ya que él era más alto que yo aun con mis tacones, capturo mis labios haciendo que el deseo se apoderara de mi aún más, lleve mis brazos a su cuello disfrutando de la exquisita guerra de lenguas, el paso sus manos por mi muslo descubierto y mi cordura llego a mi cabeza otra vez haciéndolo alejarse de mí.-se notaba el deseo de llevarme a la cama en sus ojos, pero me incorpore  rápido acomodando mi vestido y le dije:

-Te veo el próximo viernes muñequito.-le sonreí y Salí lo más rápido que pude del lugar llevándome a Elisa por un brazo sin decirle nada.

Apuestas peligrosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora