Capítulo 13

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-No estoy dispuesto a hacer lo que me pides, así que entrégame a Alice de una buena vez – La reto.

-¡Aquí las condiciones las pongo yo! – Grita levantándose del sofá – Y antes de que pienses hacer una tontería, te diré lo mismo que le dije a Stoian – Se me acerca – Cada media hora llamo al guardia de tu hija, sí pasa más de ese tiempo, él tiene orden expresa de matarla, así que mi amor, será mejor que tomes las cosas con calma y lleguemos a un arreglo, de lo contrario tu hija también morirá.

Sus palabras me helaron la sangre.

-Estás entre la espada y la pared, querido mío – Sonríe victoriosa – Deberías acompañarme en este brindis.

(...)

No sabía cuánto tiempo había pasado hasta que escuche sonidos de armas que venía de afuera, se escuchaba gritos dando órdenes y pasos ir de un lado para otro.

Muy asustada camino a trompicones hasta una esquina de la habitación. Sabía que algo malo estaba pasando allá afuera y solo esperaba que nada malo me pasara.

Suelto un chillido aterrada cuando la puerta del cuarto se abrió con mucha brusquedad, y unas grotescas manos me tomaron por los hombros levantándome de un tirón.

-Por favor, no me haga daño - Le pido desesperada, y por su asqueroso olor sé que es el guardia de hace unas horas.

-¡Cállate! Y déjate de tonterías - Dice pasándome un brazo por el cuello, apuntándome con un arma - Será mejor que hagas todo lo que te pida o voy a matarte, princesita.

Él me empuja con su cuerpo obligándome a caminar por delante de él, poniéndome como escudo.

Me obliga a subir a trompicones por unas escaleras, pero no logro caminar más de dos metros sin tropezarme y caer de bruces en medio de ellas. De un momento a otro su olor me atraviesa con fuerza, haciéndome estremecer, Razvan.

-Apártate de mi camino, o la chica se muere - Dice el tipo levantándome del suelo, apretando con más fuerza mi cuello, dejándome casi respiración y afirmando el arma en mi cabeza, terminando de subir las escaleras.

Me quedo estática en mi lugar, asustada, porque sé que Razvan está allí y temía que fueran a lastimarlo por mi culpa.

(...)

Razvan miro a su amada por unos segundos, para luego mirar al hombre con furia contenida, odiaba ver cómo la tenía apresada, el parche en su cabeza le decía que estaba herida, y la palidez de su rostro denotaba lo aterrada que estaba, su pecho dolía.

Estaba conteniendo las ganas que tenía de matarlo, quería arrebatarla de sus manos, y alejarla de él, pero sabía tenía que tragarse su irá por unos momentos, y tomar las cosas con calma, su amada se encontraba en medio, y por ningún motivo iba permitir que siguiera haciéndole daño.

Lo haría pagar con sangre el haberse atrevido a tanto, por haberse atrevido a tocarla, por haber tenido la osadía de lastimarla.

-Desearas no haber nacido - Dijo con ojos fríos destellando de la irá.

Sin darle tiempo si quiera de respirar, Razvan rodeo al tipo situándose detrás de él, y con una de sus manos apartó rápidamente el arma del cuerpo de Alice, mientras que con la otra hizo una llave en su cuello, rompiéndolo en menos de un segundo. Cayendo en peso muerto.

Antes de que Alice cayera al suelo, Razvan se acerco tomándola de la cintura, e inmediatamente se hincó con ella, depositándola en el suelo con mucha delicadeza, lejos del cadáver.

-Gracias por venir por mí, pensé que n-nunca v... - Alice baja el rostro ahogando un sollozo.

Razvan la levantó del suelo pegándola a su pecho, la había extrañado demasiado, y tenerla de nuevo en sus brazos era como un sueño hecho realidad.

SIEMPRE HAS SIDO TÚ (Saga Gemel@s) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora