Capítulo 10

1.5K 120 0
                                    

-¿Saben? Aún estoy confundida – Dice Ariadna con el ceño fruncido.

-¿Por qué lo dices? – Pregunta Hannah.

-Porque estaba casi segura qué, el día de tu cumpleaños, después de tu primera transformación – Dice refiriéndose a Kate – Alec iba a caer rendido a tus pies, reclamándote como suya.

-Ariadna por favor, ¿Sigues con el mismo tema? – Kate suspira cansina – Alec y yo, no estamos destinados, él no es mi mate.

-Yo estaba convencida de que lo serían – Ariadna hace un puchero enfurruñada.

-Estoy Igual que Ariadna, también estaba convencida de ello, es que ustedes parecía que estaban hechos el uno para el otro – Apoya Hannah.

-Pues ya vieron que no es así, así que ya dejen el tema – Dice Kate un poco molesta – Me daría mucha vergüenza que alguien más escuchará las tonterías que dicen.

-Kate, es que desde que nos conocemos, siempre has tenido una extraña fascinación por él – Susurra Alice – Y Alec también parecía interesado en ti.

-Alice, ¿Qué cosas dices? Yo no estoy enamorada de tu hermano – Dice Kate indignada – No te niego que él me parece atractivo igual que el resto de tus hermanos, pero nada más.

-Tienes razón - Suspira Alice sintiéndose mal por no contarles lo sucedido hace unas noche, pero a ella no le correspondía hacerlo.

-Alice ¿Cómo va tu matricidio? – Pregunta Kate cambiando drásticamente de conversación.

-Me imagino, con la ayuda de tu tía que es una experta en eso, debe ir quedado precioso – Dice Ariadna.

-Sí, lo es, pero en realidad ni mi madre, ni mis tías la están organizando – Alice suspira.

-¿Entonces quien lo hace? – Pregunta Hannah.

-La boda la está organizando Madame Babineaux, una reconocida diseñadora francesa – Responde Alice.

-¿Por qué? Se supone que es un evento importante.

-Sí, pero ellas saben que ese matrimonio no es por amor, y no están de acuerdo con la celebración – Explica – ¿Saben qué? – Dice Alice con fastidio – No quiero seguir hablando de eso, me causa escalofríos de solo pensarlo.

-Alice, pareciera que envejeciste por lo menos diez años – Exagera Ariadna – Estás muy estresada.

-Que exagerada eres, oye – Se queja Alice simulando estar enojada – Enserio ¿Tan mal me veo?

-Querida amiga, déjame decirte que Ariadna tiene razón – Dice Hannah – Necesitas liberar a tu cuerpo del estrés.

-Tenemos muchos días que no salimos juntas – Se queja Ariadna – Tú y tú, se la han pasado ausentes – Las acusa con el ceño fruncido – Tú con el castigo de tu padre y tú con los preparativos de tu cumpleaños, ya ni siquiera hemos tenido tiempos de vernos todas juntas fuera de clases – Señala a Alice y Kate.

-Nuevamente te apoyo – Dice Hannah – Deberíamos salir esta noche, bailar, tomarnos unas margaritas, ya saben una noche de chicas, dejar todos los problemas atrás – Mueve su cuello – Aprovechando que tu papá te levanto el castigo y tú ya no tienes una fiesta la cuál organizar.

-¡Sí! – Chilla Ariadna emocionada – Hay que mover el bote.

(…)

-Alice, necesito hablar inmediatamente contigo – Dice al entrar sin ningún aviso.

-Alec, ¿Que te pasa? ¿Por qué entras así, a mi habitación? – Pregunta Alice molesta, cerrando apresurada su bata de baño – ¿No podías por lo menos tocar antes de entrar?

SIEMPRE HAS SIDO TÚ (Saga Gemel@s) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora