Capítulo 7

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Cuando Kylie salió de la habitación, Alice entro al baño arrastrando los pies, y después de quince minutos bajo a hacerle compañía a sus invitados. Quien en realidad era uno solo.

-Señorita O’Sullivan, es un placer verla tan radiante, esta mañana – Dice levantándose de su lugar para abrirle la silla a Alice.

-Señor Miller, el placer es mío – Responde por cortesía.

Después del desayuno mi padre como buen anfitrión – Nótese el sarcasmo - Me sugirió que debía mostrarle el jardín que he cultivado y yo sin poder negarme, acepte.

-Alice, ¿Te molesta que te llame por tu nombre? – Pregunta con una sonrisa.

-Claro que no, señor Miller – Responde mientras caminan por el sector de las rosas.

-Por favor, dejemos las formalidades, llámame Jayden.

-Está bien, señor... Jayden – Se corrige rápidamente.

La pareja entablo una conversación muy dinámica, en la cual él le hacía cualquier tipo de pregunta, de cualquier cosa que le causará curiosidad de ella, sus intereses y de sus proyectos a futuro.

-Me han dicho sus padres que ha contribuido mucho para que esté jardín tenga tan hermosas flores, aunque ninguna se compara con su belleza.

Alice sonríe apenada, si bien era cierto que el señor Miller era un hombre muy apuesto, no era el tipo de hombre que llamaban su atención, no era él.

-Es muy considerado de su parte, pero no me considero una mujer hermosa – Responde con franqueza.

-Es una pena que no pueda verse con claridad – Jayden lleva el mechón de su cabello tras su oreja y ella retrocede disimuladamente cuando él intento acariciar su rostro.

>>Alice, seré franco contigo, me interesas. Mucho. Por eso he decidido hablar con tu padre, quisiera poder visitarte con más frecuencia y conocerte más.

Alice se quedó muda ante su confesión, no se lo esperaba. Cuando estaba a punto de responderle. Su olor penetrante la embriago por completo dejándola muy sorprendida.

Mate… - Rugió la voz en mi interior.

Alice tembló al sentir su olor tan cerca, y su corazón latía frenéticamente en su pecho. Quería verlo, y ese ser que rugía en su interior se lo exigía.

Durante toda la noche anterior no había podido conciliar el sueño, pensando en todas sus palabras, pensando en él, y cuando por fin pudo hacerlo, los primeros rayos del sol ya tocaban la mañana.

Todavía podía sentir su olor, y su cuerpo cerca del suyo.

-¿Estás bien? – Pregunta Jayden acercándose a ella -Te noto un poco extraña.

-Sí, estoy bien – Alice se retira disimuladamente mirando a su alrededor, buscándolo – ¿Qué decías? – Pregunta sin mirarlo.

-Decía que, espero que no sea un inconveniente para ti, el que yo hablé con tu padre – Dice estudiando su reacción.

-La verdad es que… – Alice mira con insistencia un punto fijo, detrás de Jayden, de allí, dónde percibía más fuerte su olor.

-No te preocupes, no tienes que decir nada – Dice al no obtener una respuesta concreta de parte de ella.

Jayden con curiosidad se gira un poco, quería saber qué era lo que tanto la entretenía, como para que no le prestara atención, pero al no ver nada regresa su vista a ella.

-Será mejor que regresemos a la casa, está a punto de caer un aguacero – Dice al ver las nubes negras.

-Sí, tienes razón.

SIEMPRE HAS SIDO TÚ (Saga Gemel@s) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora