Capítulo 31

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-Creo que tienes toda la razón hermanita, esa no merece respirar el mismo aire que nosotras – Ironiza Dubraska.

A Razvan se le tensa el cuerpo, al escuchar tal amenaza, y las mira con los ojos ardiendo en llamas, furioso.

-Y ustedes ¿Qué creen que ganarían con eso? – Pregunta con el ceño fruncido.

-Primero, que esa sanguijuela que tienes pegada al cuerpo, se aleje de ti – Dice Dubraska con desdén – Segundo, que dejes ese capricho que tienes por esa niña, ella no es para ti, pero principalmente, que vuelvas a nosotras, a como estábamos antes.

-Si le hacen daño a Alice, lo único que lograrán, es que las odie más de lo que lo hago en estos momentos – Advierte a ambas, de forma amenazadora – No jueguen con fuego.

-Pues me temo que correremos el riesgo, nos encanta el fuego – Lo reta Débora – Y además, no nos dejas otra opción, Razzie.

-Ustedes dos caerán muertas a mis pies, antes de que puedan siquiera tocarla – Vuelve a advertirles, Razvan.

Las hermanas Masón lo miran furiosas, al escuchar el filo que había en sus palabras. Ellas habían pasado el tiempo suficiente junto a él, como para saber que no se trataba de un juego.

-Temo que nada será como lo dices, tú solo no podrás con nosotros – Responde Débora con una sonrisa burlona en el rostro – Somos tres, los superamos en número.

-Hagan el intento, y sabrán de lo que soy capaz – Amenaza sin despegar la mirada de ellas – Aún no me conocen, y no me quieren conocer – Amenaza y Alice se tensa tras de sí, aferrándose a su cuerpo.

-Aunque me encanta cuando te pones así, Razzie – Dice Dubraska seductora, y Alice gruñe furiosa intentando ir hacia ella – No me agrada como ese pegote se aferra a ti.

-Deja de llamarme así, se me revuelve el estómago de solo escucharte – Gruñe Razvan molesto, sujetando a Alice – Ustedes lo único que despiertan en mi, es repulsión, me dan asco, no sé cómo pude relacionarme con ustedes.

-Débora, Razzie no nos estarías diciendo nada de eso, si no fuera por ella – Dice Dubraska mirando a Alice con mucho odio – Así que deshagámonos del problema.

Las hermanas Masón se miran brevemente la una con la otra con la ira recorriéndoles su frío cuerpo. Luego le hacen señas a Marcus; instrucciones, antes de arremeter contra Alice. Ellas sabían de antemano que primero debían pasar sobre Razvan para llegar a ella.

Débora iba enfocada en atacar a Razvan, con la ayuda de Marcus, para lograr distraerlo. Mientras Dubraska tenía la oportunidad de acabar fácilmente con Alice, pero de un momento a otro y sin esperárselo, Marcus arremete contra Dubraska, lanzándola unos metros lejos de Alice, mientras que Razvan trataba de evitar que a toda costa que Débora se le acercara a Alice.

Débora arremete fuertemente contra Razvan, impactando ambos contra la hierba, y Alice chilla preocupada. Débora la mira e intenta llegar hasta ella, pero Razvan la toma de los dos brazos con fuerza, lanzándola fuertemente contra un árbol, partiéndolo en dos.

-No te alejes de mí, quédate allí – Le dice Razvan a Alice, antes de que Débora arremetiera nuevamente contra él.

Razvan gira con ella en el suelo, golpeándola en reiteradas ocasiones, hasta que logra pasar el brazo por su cuello y someterla.

Todavía tenía la esperanza de que decidieran retractarse, pero lo que sus ojos vieron, le hicieron desechar es idea.

Dubraska había logrado ser más ágil que Marcus, por lo que ella pudo treparse a su espalda y morder su cuello, a la vez qué con ambas manos, giraba su cabeza con fuerza, arrancándola.

SIEMPRE HAS SIDO TÚ (Saga Gemel@s) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora