30 Days with You | Bubbline ((+18)) [Completo]

[⚠️] 𝘋𝘪́𝘢 𝘊𝘢𝘵𝘰𝘳𝘤𝘦 | Amusement Park.

✎ᝰ ❛ Parque de Diversiones ❜ ♡

El Parque de Diversiones, para Marceline, siempre había sido algo de lo cuál emocionarse en demasía. Podía sentirse libre, se sentía cómo una niña, y amaba ver a todos ésos pequeños niños hablar de los juegos con mucha emoción.

Bonnibell, por otra parte, estaba abriendo el primer Parque de Diversiones de todo el Dulce Reino. Un par de personas-paleta que creó casi al mismo tiempo que Limonagrio (aunque éstos se controlaban, prestaban más atención, y fueron creados para ser animadores) habían mejorado en sus talentos, muy significativamente.

Ahora mismo, ellos inauguraban el primer parque temático de dulces jamás antes creado. La princesa estaba orgullosa de su gente.

Obviamente, para celebrarlo, a la Dulce Princesa se le fue otorgado un pase premium gratis para todos los juegos, incluyendo llevar un acompañante consigo. Agradecía infinitamente que a Mentita no le gustaran éste tipo de lugares, así podría llevar a su novia.

Bueno, Mentita las seguiría a todos lados, pero cuando se trataba de los juegos, era un pase completo ¡sin Mentita!

       ㅡOye ㅡla vampiro detuvo su pasoㅡ, ¿para qué cuenta el pase?

       ㅡBueno... podemos adelantarnos en las filas, podemos ir a todos los juegos ㅡdijo, frotamdo uno de sus ojosㅡ, ¿por qué preguntas?

Marceline tenía la vista clavada en la Rueda de la Fortuna.

       ㅡ¿Podemos ir ahí? ㅡcon los ojos brillosos, apuntó a la rueda, como una niña pequeña.

       ㅡUhh... sí, claro ㅡsonrió, preparándose mentalmente para el juego.

Mientras esperaban en la fila rápida, revisaba que hubiese lugar en su galería para tomar fotos estando en la cima de la rueda. Cuando al fin pudieron subirse, la pelirosada seguía atenta a su teléfono. El ruido fue poco a poco reduciéndose hasta que las voces se oían lejanas.

       ㅡ¿Cuál es el punto más alto? ㅡpreguntó la vampiro, admirando todo el lugar.

La pelirosada se volteó, mirando a las otras tres pequeñas cabinas detrás suya: ㅡEstamos a tres casitas... sé que puedes volar hasta aquí arriba, no entiendo por qué quisiste subirte.

       ㅡSí, también puedo elevarte atada a una silla ㅡdijo, bajando su voz un pocoㅡ. Pero, también puedo hacerlo de otra forma ㅡmurmuró.

Y el murmullo se oyó tan cerca, que le hizo voltear muy rápido.

       ㅡ¿Qué estás haciendo aquí? ㅡle preguntó en un susurro, mientras miraba hacia la ventana.

Estaba tan cerca, podía sentirle respirar.

       ㅡOh, ya sabes ㅡpronunció lentamente, rozando sus labios contra su cuelloㅡ... no hay mentitas a la vista y hace tres juegos que quiero besarte mucho, mucho.

       ㅡMarceline, se supone que la Rueda de la Fortuna tiene que ser romántica.

       ㅡ¿Habrá algo más romántico que estar las dos solas aquí? ㅡrió bajito, besando su cuello.

La pelirosada se dejó llevar cuando el juego, por décima vez, se detenía un poco para que la gente de la cabina que estaba debajo de todo pudiera salir sin problemas. Estaban muy lejos del suelo, y había pedido explícitamente que nadie grabase desde las alturas, ya que muchos se aprovecharían de ello.

La vampiro bajaba sus besos y las yemas de sus dedos por los brazos y el pecho de la princesa. Una vez estuvo entre sus piernas, las abrió con suavidad y levantó la cabeza, riendo a la mirada aterrorizada de su novia.

       ㅡCreí que no te daban miedo las alturas, cielo.

       ㅡN-No lo hacen ㅡbajó un poco la miradaㅡ, cualquiera puede vernos aquí.

       ㅡSí, un súper mega bastón de caramelo ㅡdijo, irónicaㅡ. Relájate, prometo hacerlo rápido.

       ㅡEso no es lo que quiero ㅡsusurró, sintiendo como el juego volvía a moverse.

La pelinegra aprovechó su momento para levantar la falda del vestido de su novia y correr sus bragas con suavidad, dejando besos sobre sus muslos.

Y era exactamente éso lo que le encantaba; el hecho de estar en la cima de las nubes, y que nadie pudiera verles. Su cabeza se extendió hacia atrás sobre el asiento, intentando aferrarse de algo que no fuera la puerta de la cabina.

La pelinegra disfrutaba tanto de eso, de que su novia no tuviera otra opción que entrelazar sus dedos con su cabello y tirar de él.

Se sostuvo con una mano, mientras la mujer de rodillas en el juego mecánico seguía pasando su lengua por sus pliegues, besando y casi moriendo aquella pequeña perlita en la punta, obligándola a levantar sus talones sobre el asiento... oh, cómo olvidar sus dedos, que entraban y salían (incluso se movían dentro, en el fondo) para intentar que su clímax llegase más rápido.

Los gemidos suaves de la pelirosada inundaron toda la cabina, y justo cuando ésta alcanzó su punto más alto, su orgasmo también lo había hecho.

Sus piernas temblando se cerraron sobre las mejillas de la pelinegra, quién había quedado atrapada entre ellas y la falda de su vestido. El juego se detuvo por un momento, indicando que alguien se había bajado de una cabina muy abajo de ellas.

Siguió respirando pesadamente, hasta que finalmente pudo levantar su cabeza y reestablecer sus sentidos. La pelinegra salió de debajo de la falda de su vestido, relamiéndose los dedos y los labios, observándole con los ojos oscuros y el rostro sonrojado.

Al elevarse un poco sobre sus rodillas, para besar los labios de su novia, escuchó un suave y tembloroso:

       ㅡSi no me llevas a casa después de bajarnos de este juego, juro que te mataré.

La pelinegra rió bajito: ㅡSus deseos son órdenes, mi princesa.

[ september | day fourteen | 23:03 PM | amusement park ]

PD;; éste, de lejos, ha sido mi favorito-
no pregunten por qué, yo tampoco sé xd